El dramatismo, la preocupación extrema y la angustia se apoderaron de los fanáticos y familiares de Chano Charpentier, con la internación de urgencia en la que se sumergió el pasado viernes y por la que permanece en el Sanatorio Otamendi, bajo un pronóstico reservado.
En estos días se especuló con diversas teorías, la mayoría relacionada con una recaída de sus adicciones a las drogas. No obstante, su madre aseguró en el ciclo radial de Jorge Lanata que el inconveniente se produjo por una mezcla involuntaria de medicamentos.
En definitiva, todo este presente sensible de Chano trajo a la luz una revelación de Leo García, quien describió que intentó ayudar al cantante con la transmisión de una práctica milenaria para ayudarlo y que lo acompañó a un tratamiento con un chamán.
En un diálogo con Juan Etchegoyen, en Mitre Live, el músico confesó su participación en el bienestar de Charpentier y contó con mucha honestidad: “Yo tuve un vínculo con él para tratar de ayudarlo y hacer terapia con un chamán, lo de la rana y esas cosas”.
Totalmente conmovido por lo que atraviesa el ex Tan Biónica, Leo ahondó en esa experiencia espiritual: “Estuve en la casa de él y me costó muchísimo convencerlo. Hay terapias alternativas que tienen que ver con la salvación chamánica, la cocaína es una maldición y tenés que estar atento para no tener recaídas”.
En cuanto a más pormenores de aquella práctica sensorial, García exteriorizó: “A mí me hizo muy bien lo del chamán, pero a él no lo hizo tan bien, tenés que tomar mucha agua y te hacen unas quemaduritas donde se pone el gel y eso te hace vomitar, sacás toda la toxina del cuerpo”.
Sobre las secuelas inmediatas que se manifestaron en la humanidad de Chano con ese contacto con ese sanador, el músico aseguró: “Él vomitó un montón y después de ahí se fue para Europa, si se lo pudiera explicar a su madre sería buenísimo porque él debería tener ese tipo de tratamiento”.