La relación que tenía Gustavo Martínez con Felipe y Martita Fort era excelente. Tan así que cuando lamentablemente Ricardo Fort falleció, el había firmado un poder que decía que se hacia cargo de ambos hasta que cumplieran los diechiocho años de edad.
Lo que nunca pensaron los hijos del chocolatero, era el desenlace que tendría la historia. Cuando tan solo faltaban 10 días para que ellos cumplan la mayoría de edad, Gustavo decidió quitarse la vida. Ellos en una entrevista pasada junto a Gustavo, hablaron muy bien de él y se notaba el cariño que se tenían: "Nunca nos castigó ni nos puso en penitencia, nos enseña los valores. A veces, se enoja, pero lo expresa bien. Como tenemos mucha confianza, tampoco nos mentimos. De hecho, a veces me dice que soy muy honesta", confesó Martita a Verónica Lozano.
Si bien era muy cercano tanto a Ricardo como a sus hijos, una vez que falleció comenzaron las polémicas. El conocido abogado, Mauricio D’Alessandro habló con Intrusos sobre la situación entre las familias y afirmó: "Pidieron la regulación judicial de los honorarios de quien fuera en vida Gustavo Martínez, una cifra de muchos millones", comenzó.
Luego agregó: "Este hombre trabajó desinteresadamente durante muchos años y nunca recibió un peso. Lo importante es que la Justicia reivindicó esa tarea. Gustavo tenía derecho a cobrar un estipendio pero nunca lo había hecho, porque entendía que eran los chicos que tenía que cuidar", además aclaró que no es una sentencia firme, pero también dijo que son varios millones los que tendrían que pagar la familia Fort a la de Gustavo.
CÓMO ERA LA RELACIÓN DE GUSTAVO CON LA FAMILIA FORT
Gustavo Martínez falleció luego de que tomara la lamentable decisión de quitarse la vida arrojandose del piso 21 del barrio de Belgrano. En ese momento los hijos de Ricardo se encontraban en el departamento pero nada pudieron hacer.
Tras la muerte de Gustavo, las internas se reavivaron y hasta Felipe Fort dejó un mensaje que no le gustó para nada a la familia del personal trainer que los cuidó desde chicos: "Las únicas personas que siempre estuvieron para nosotros fueron Marisa López (su niñera), Eduardo Fort (su tío), César (Carozza) y amigos. Y más gente que queda por nombrar. Papá lo recibirá (a Gustavo) con los brazos cerrados. No opinen, no comenten, no saben y nunca supieron", confesó.