El tema de mayor resonancia en el mundo del espectáculo fue, sin dudas, el escándalo tras la denuncia de abuso sexual de Lucas Benvenuto hacia Jey Mammón, con una fuerte condena social que llevó al conductor a irse un tiempo al exterior.
Desde aquel episodio en marzo, donde Telefé decidió suspender al conductor, La peña del morfi sigue buscando un reemplazo definitivo para Jey, mientras que Georgina Barbarossa ocupa ese rol de manera temporal.
En esa búsqueda incesante por encontrar a quien ocupe el lugar que supo ser del emblemático Gerardo Rozín, hubo un nombre que cayó bien en la producción de La Peña y fue el de Soledad Pastorutti.
Tanto la producción como la cantante se mostraron optimistas para llegar a un arreglo, pero eso no podrá ser por un impedimento determinante. La problemática radica en que Sole vive a una distancia importante de los estudios, por lo que su presencia no estaría asegurada para todos los domingos. “Yo no me puedo cerrar a eso. Tengo muchos trabajos y mi agenda es compleja”, explicó.
Ahora la parte ejecutiva del programa deberá retomar el desafío de encontrar a la persona indicada para ocupar un puesto de peso en la Peña de los domingos, mientras algunos nombres empiezan a circular entre pasillos.
Por lo pronto, Georgina continuará al frente, junto a la gran coequiper Jésica Cirio, en una dupla que no sería vista con malos ojos para hacerse cargo del almuerzos de los domingos, a pesar de algunas declaraciones de la conductora de A la Barbarossa, sobre su colega, Jey Mammón.
Barbarossa, que había dicho que “Jey volvió muy soberbio de España”, también supo afirmar que es lógico que la gente lo extrañe y que “tiene que volver a trabajar de una u otra manera”. El próximo domingo tendrá de invitada a Jimena Barón, quien también se poscionó en contra de Jey: “Son cosas que se deben resolver sin piedad”.
El escándalo mediático de mayor resonancia sigue dejando tela que cortar, mientras la gente de Telefe se desdobla para finalmente hacerse con quien ocupe semejante lugar vacante. La Sole dijo que no. ¿Y ahora?
