Algo que quedó demostrado con el Mundial que ganó la Selección Argentina, es que la mayoría de los países del planeta querían ver caer a la Albiceleste. Solamente muy pocos soñaban con este título y uno de ellos es Ricardo Montaner.
Si bien el cantante nació en Buenos Aires y vivió los primeros años de su infancia en diferentes barrios del Conurbano Bonaerense y Capital Federal, rápidamente emigró hacia el exterior. Sus raíces y el amor por su tierra natal, son dos cuestiones de las que nunca pudo despegarse.
Ricardo es muy amante de Argentina e incluso dedicó versos a la patria que lo escogió desde su nacimiento. El agradecimiento con el público es total y en este fervor mundialista que invade en cada rincón del país, el cantante también se mostró junto a los suyos.
"Así terminé el domingo, feliz por el triunfo de la Selección, rodeado de tesoros...", comentó Montaner en sus redes sociales. Lo que llamó la atención de este encuentro familiar, es que mostró por primera vez a sus nietos y puso fin a un misterio.
Junto a Índigo, hijo de Camilo Echeverry y Evaluna Montaner, y también con Apolo, el pequeño de Mau Montaner y Sara Escobar, Ricky registró una imágen para el recuerdo. En su mejor faceta de abuelo, acabó con la intriga de mostrar a los niños pero respetando la decisión de sus hijos en no mostrar su rostro.
"En familia vivimos la pasión de la final, llenos de amor y felicidad... Con Anto, Matías, Salo, Apolo e Indi...", escribió el artista y la publicación causó furor en las redes. Justamente como para Ricardo son sus tesoros, él se encarga de cuidarlos al máximo.
Además de brindarle todo lo que les haga falta, Ricky está a disposición de su familia cuando haga falta. Más allá que económicamente no tienen problemas, desde el lado emocional y sentimental siempre demostró estar presente para cualquier cosa.
Pese a que algunos llaman secta a los que rodea a Montaner y su círculo más íntimo, la unión que tienen es inquebrantable. Con la llegada de nuevos nietos, tanto Ricardo como su esposa, Marlene Rodríguez son dos abuelos muy felices y orgullosos.