En la noche del jueves en La Voz Argentina, el equipo de Mau y Ricky Montaner salió al escenario para poder conquistar con sus talentos a los jurados y de esta manera continuar dentro del certamen en busca de la tan ansiada final que llegará en las próxima semanas.
Cabe recordar que los concursantes se encuentran en las instancias de octavos de final en donde todos deberán hacer una performance individual y serán los coaches del mismo team los que elegirán con qué cuatro cantantes continúan y cuáles dos se irán del reality.
Dentro de este contexto, Marcos Olaguibet fue el primero en salir a la pista y conquistó el corazón de todos los jurados que le dieron una excelente devolución. Asimismo, al confesar que desde los cinco años comenzó a tocar la guitarra, se ganó los aplausos de Ricardo Montaner quien se animó a contar una increíble experiencia de vida.
Todo comenzó cuando Marley le preguntó a qué edad había empezado con su primer instrumento y si era verdad que se lo había obsequiado una vecina, y el participante reveló: “A los cinco años me regaló una guitarra de dos cuerdas, era todo lo que había, estaba todo arqueada, pero con eso empecé a explorar”.
Luego de sus palabras, Ricardo tuvo que darle su veredicto, pero sincero, le contó una gran anécdota de su vida que atravesó de chiquito: “Tu sabes que me quedé pensando en lo de la guitarra y me impactó mucho. De repente mi mente rebobinó y me acordé de cuando me regalaron a mí la primera guitarra”.
“A los seis años, vivíamos en Valentín Alsina y los Reyes Magos me trajeron mi primera guitarra, que era un requinto. Y cuando nos mudamos a Venezuela, me llevé mi requinto conmigo, y recuerdo que apenas unos meses después de llegar a Caracas hubo un temblor”, continuó explicando Montaner.
"Los Reyes Magos me regalaron una guitarra. Y cuando vivía en Venezuela hubo un temblor. Lo único que agarré para salir corriendo fue mi guitarra"
Asimismo, trayendo a su memoria aquel tenebroso día, confesó que el objeto que tomó en sus manos fue el que le marcó su camino laboral: “Lo único que agarré para salir corriendo, vivíamos en un piso diez y yo estaba en pijama porque eran las tres de la mañana, lo único que agarré fue mi guitarra. De alguna manera, eso era lo que me iba a guiar por toda mi vida, era lo que me iba a motivar hasta el día de hoy”.
