Pampita y Roberto García Moritán transitan por un periodo mágico, en el que las rosas le aportan un aroma único a su lazo, a esa relación granítica que sellaron con el matrimonio. La llegada de Ana a la vida de ambos trajo más luminosidad a la cotidianeidad.
Claro que la crianza de la pequeña acarrea contratiempos y mucho esfuerzo, no obstante Carolina Ardohain y su marido lo afrontan con amor, mucha alegría y una sonrisa de oreja a oreja. Lejos de resquebrajar el vínculo amoroso, todo este presente los unió más.
Roberto visitó el piso de LAM, con todo lo que significa, ya que se sentó a charlar largo y tendido con Ángel de Brito, con los riesgos que conlleva en cuanto a las temáticas a tratar en el diálogo. El candidato a legislador porteño afrontó las preguntas con hidalguía y mucha sinceridad.
En lo que refiere a las vicisitudes de cuidar a una beba y las obligaciones intrínsecas a esa labor, García Moritán describió: “Asumimos la responsabilidad con todo lo que podemos. Estamos durmiendo poco, porque además Caro no tiene ayuda, está toda la noche, la amamanta. Yo trato de acompañarla. Pero no nos importa nada, porque estamos muy agradecidos con lo que vivimos que le dedicamos todo”.
El conductor le preguntó: “Ella dijo que lo que más le gusta en la vida es ser mamá”. Lo que abrió a la reflexión del empresario gastronómico sobre Pampita: “Se le nota, no podría haber elegido una mejor madre para Ana que Caro”.
Claro que de Brito apeló a su ingenio y le consultó: “¿Discuten ustedes?”. Una arista algo desconocida, más allá de lo que muestra el reality de Paramount+. Así que Roberto reveló cómo se pelean en la intimidad: “Como todo el mundo, como toda pareja. Pero somos parecidos, sabemos que el fin es lo importante. A veces discutimos cómo llegamos al objetivo, pero queremos lo mismo, desde el primer momento”.
Y además agregó más detalles: “Tengo lo mío, sé que batallas enfrentar sobre todo. Pero entiendo que si el objetivo es el mismo, no importa el camino o las formas y me dejo llevar”.