La historia de amor Pampita y Roberto García Moritán es, como mínimo, curiosa para estos tiempos que corren. Apenas se conocieron, los dos sabían exactamente lo que querían como pareja. Nada de “vamos viendo”, las cosas claras: en cuestión de dos meses y medio, se casaron con toda la pompa y hoy, son padres de Ana.
Entonces, a ellos no les vayan con propuestas de poliamor, amor libre, relaciones abiertas ni, por supuesto… infidelidades. Ni siquiera con coqueteos virtuales con terceras personas, como los que casi fulminan el matrimonio de Wanda Nara y Mauro Icardi por los “pecadillos” vía Telegram del jugador del PSG con la China Suárez.
Así lo dejó en claro Roberto García Moritán, de visita en Mañanísima (por Ciudad Magazine) cuando Carmen Barbieri le preguntó si era “un hombre seguro” y, acto seguido, quiso saber si estaría dispuesto o no a perdonar una infidelidad de su esposa.
Muy serio, el empresario gastronómico que quiere ser legislador porteño por Juntos por el Cambio dijo: "Me parece que no”. Y explicó: “Tiene que ver con honrar determinados acuerdos que preestablecimos de entrada. Es un modo nuestro, no hacemos juicio de los demás. Nos gusta vivir así”.
El marido de Pampita indicó que en virtud de esos valores tan fuertes que cimentan su relación fue que se apuraron en formalizar su romance a la velocidad de la luz. "Por eso los tiempos también. Para muchos fue difícil de entender. Nosotros sabíamos cuál era el camino, y era respetando determinadas normas básicas”, dijo.
“Pero porque es nuestra manera de entender la vida. Es nuestro código de convivencia”, señaló Roberto, antes de asegurar que se imagina un largo recorrido junto a su compañera de vida. “Me veo muy viejito al lado de ella", cerró, sonriente y enamorado, a punto de cumplir, recién, apenas, dos años de casado.