Sin dudas, el matrimonio entre Roberto García Moritan y Carolina Ardohain se ha destacado en los últimos tiempos como uno de los referentes de familia ensamblada, donde reina el compañerismo, el respeto y el amor. Sin embargo, como en toda pareja, también tienen sus desencuentros.
Y fue el propio legislador de la Ciudad de Buenos Aires quien, sentado en el living de LPA, el viernes 19 de agosto le confesó a Florencia Peña que con Pampita tienen sus momentos en los que disienten cuando están en la cama. Sincero y frontal, el político reconoció quién tiene el control remoto de la tele en la intimidad.
Luego de recorrer distintos temas dentro del juego de preguntas y respuestas del programa de las noches de América, la conductora le preguntó: “¿Lo maneja el que lo agarra primero?”. A lo que Roberto contestó: “Una pregunta técnica: ¿El qué tiene el control necesariamente lo maneja?”.
“En casa yo tengo el control remoto. Le digo: ´Tengo una muy buena serie, mi amor. Me la recomendó Juli. Quiero que veamos esto´. La pongo y empieza: ´Mmm, no´. Y retroceden los canales”, continuó detallando el esposo de Pampita en cuanto a cómo organizan esa rutina nocturna.
Por su parte, al escuchar a su invitado, Peña deslizó: “Somos así las mujeres. Para que después no digan que en todas las casas mandan los maridos. En muchas casas mandamos nosotras, en muchos aspectos”. Fue entonces que, al escuchar a la actriz, Robertó acotó: “¿Sabés dónde creo que tiene que estar el equilibrio?”.
"En casa yo tengo el control remoto. Propongo para ver y ella me dice que no y retroceden los canales", reconoció Robert.
“En qué es lo importante para cada uno. Si para ella es importante que yo no deje los calzoncillos tirados, levanto el calzoncillo y lo guardo. Es un consenso que ella, a su vez, lo hace conmigo con muchas cosas”, sumó el legislador. Curiosa por saber más de esa parte de la pareja, Florencia quiso saber qué otras cosas le banca la modelo.
Sincero, Roberto remató: “Mi cafetera en el baño. Está en una especie de antesala, queda de camino. Viví más de 10 años solo y aprendí a optimizar mis tiempos. Me levanto al filo del tiempo que tengo que empezar a trabajar porque quiero realmente y tengo los minutos contados”.
“Me levanto, me preparo mi café y mientras me visto me lo voy tomando y no tengo que ir hasta la cocina. Lo tengo ahí y es un botón. A ella le parecía rarísimo. Entre otras cosas raras que tengo y que ella me tiene que bancar está el hecho de que soy más estricto con los horarios u ordenado en otro sentido”, cerró García Moritán.
