Aunque Rocío Oliva (29) y Diego Maradona están separados desde hace tiempo, la duda sobre si aún tienen contacto siempre está. Y por estos días, en que el nombre del exastro del fútbol está otra vez en el candelero por la preocupación de sus hijas, Dalma y Gianinna, acerca de su salud y de su entorno, Rocío rompió el silencio.
Lo hizo en Polémica en el bar, donde –llamativamente- se mostró en sintonía con las hijas de Diego y Claudia Villafañe.
"A mí no me corresponde decidir si está para internarlo o tantas cosas que se dicen. Claramente si lo veo mal voy a estar de acuerdo, en este caso con sus hijas, con su ex o con quien tenga la opinión de que eso es lo mejor para Diego”, dijo la futbolista.
"Yo, hija, voy a la puerta del country a ver a mi papá y no me saca nadie"
“Me parece que todos queremos verlo bien y, si eso es lo mejor para él, está bien”, agregó. “¿Pero hay alguien que le prohíbe ver a sus hijas?”, quiso saber Luciana Salazar.
“Yo tengo otra forma de pensar y de accionar. Yo, hija, voy a la puerta del country a ver a mi papá y no me saca nadie. Es mi forma, yo no mandaría un mensaje”, contestó la ex de Diego.
“No digo que esté mal. Pero las chicas saben dónde vive. Y yo, en su lugar, voy y hasta que no lo vea no me voy tranquila”, siguió.
“Ahora ve que hay todo un lío detrás de él y, por ahí, dice: ‘No quiero ver ni a Ojeda, ni a mis hijas ni a nadie'. Porque también piensa que se hace todo un circo. ‘Yo acepto quién entra y después salen y hablan’”, continuó.
“Yo no sé, porque no sé qué es lo que él está pensando. Pero puede que él no quiera (verlas)”, agregó a la par que habló del tan mentado entorno que sus hijas critican continuamente. “Es eterno esto, no es nada nuevo. Y repito: si a Diego lo ven mal, yo estoy totalmente de acuerdo con las hijas”, finalizó.