El ingreso de los familiares a la casa de Gran Hermano desbarató a todos. Es que cada uno de ellos tuvo una gran personalidad y algunos pudieron destacarse aparte de los jugadores a los que venían a acompañar. Uno de los favoritos, desde el principio, fue Rodo el padre de Nacho.
El hombre que vivió muchos años en España decidió acompañar a su hijo de 19 años en esta aventura y logró cautivar al público muy rápido. Querido por todos adentro y con un gran carisma es uno de los que podría darle el liderazgo a Nacho y concluir con el broche de oro su paso por la casa más famosa del país.
En las últimas horas, fiel a su estilo y muy servicial, se puso a cortarles el pelo a todos los jugadores. De esta manera, Romina, Camila, Marcos y finalmente Lucila pasaron por las manos del peluquero en una velada única.
La primera en probar las manos mágicas de Rodo fue Romina, quien pidió que le cortara solo las puntas. Luego, Nacho le pidió a su papá que le saque volúmen y que le rape más los costados, ya que durante su estadía en la casa le creció demasiado el pelo.
Luego fue el turno de Camila que le ganó de mano a Marcos, pasó primero y también se cortó solo las puntas. Después el salteño finalmente le indicó: “Yo voy a cortarme los costados y atrás nomás". Finalmente, Lucila le pidio a Rodolfo que arregle lo que le había hecho Nacho el día anterior y que le provocó el llanto y su suegro logró dejarla conforme.
