Rodolfo Barili abrió su corazón y contó su conmovedora historia de vida: su padre, que se llama igual que él, lo abandonó cuando tenía tan sólo siete años. A corazón abierto, el conductor de Telefé Noticias compartió qué es lo que le impacta de la ausencia de su progenitor en todo este tiempo.
"Mi viejo se fue de mi casa cuando yo era muy chico. Yo me afeité por primera vez con mi vieja. Con mi tío que me ayudó, mi abuelo que todavía vivía. Para mí, afeitarme con Dante primero y después con Beni los tres en el baño fue importante, porque conmigo no estuvieron. Vas creciendo a los tumbos en la vida y tratando de formar tu propio camino", comenzó Rodolfo.
"La familia que formamos con la mamá de mis hijos era sumamente importante, porque yo no había tenido eso. Él se fue a los 7 más o menos. Un domingo a la mañana caminábamos con mi vieja, íbamos a misa solos y me dijo: “mamá tomó la decisión de separarse de papá”. Yo soy como papá el 10% de lo que fue mi vieja como mamá. Para entender, yo vine a estudiar acá ( es nacido en Rauch, provincia de Buenos Aires) con el sueldo de una docente", continuó Barili.
"Mi vieja fue mamá y papá. Mi vieja tiene una marca ética, moral, que a mí me resulta admirable. Hace muchos años que no lo veo. Sé que se llama igual que yo. Es un chiste que siempre hago. Yo estoy agradecido con mi papá. Me dio la vida. Yo no sería yo si mi viejo hubiera estado en mi vida", analizó el conductor en diálogo con María Laura Santillán, para Infobae.
"Y soy, según mi vieja, muy parecido a él en un montón de aspectos. El primer micrófono para hacer mi primera radio en mi habitación me lo dio mi viejo. La voz gruesa. Pasás mucho tiempo para entender que fue casi un abandono. No hay nada. De verdad no hay nada. Soy de San Lorenzo por el abuelo y por él. Lo que no pudo hacer, no pudo. Tuve a mi vieja y yo soy lo que soy gracias a mi vieja. Si él hubiera estado todos los días en casa no sé si yo hubiera sido eso", destacó Rodolfo.
"Con mi papá nos vimos. Él iba una vez por año a Rauch. Después mi vieja trataba de que nos relacionáramos. Yo vine de vacaciones muchas veces a acá. Empecé el secundario, lo vi antes de empezar a estudiar acá, una vez.Después cuando la abuela enfermó él iba seguido a Rauch. Se peleó con la abuela y dejó de ir. Cuando la abuela se enfermó lo llamé para decirle: volvé. Porque la abuela lo amaba. Pero se había ofendido. No sé qué podría hablar con mi viejo", compartió Barili.
"Hay cosas que con el tiempo me resultan inexplicables. Las ausencias me resultan inexplicables. Yo muero por un abrazo de mis hijos. Muero por saber. ¿Cómo hacías para levantarte a la mañana y no preguntarte cómo estaban tus hijos? ¿Cómo fue tu día sin saber qué había hecho yo, qué había hecho Silvina ese día?", cuestionó el periodista, en voz alta.
"¿Cómo hacés para vivir sin preguntarte “cómo estará mi hijo”? Eso es lo único que no tengo respuesta. Pero no guardo ni enojo, ni rencor ni nada. Aprendí que en la vida uno tiene que ser agradecido y que las circunstancias me llevaron a ser quien soy y mi vieja fue tan enorme en todo aspecto, es tan enorme...", concluyó Rodolfo.