El amor se disipó, se esfumó para activar la separación definitiva tras más de una década de relación profunda y amorosa. Marcelo Tinelli y Guillermina Valdés culminaron su lazo, hace cuatro meses, y nada avizora una reconciliación, de hecho Rodrigo Lussich anticipó que están en píe de guerra.
Hace unos días, el conductor más famoso de la televisión argentina soltó un mensaje encriptado en su Twitter, que invitó a pensar en una misiva para la modelo en modo de intentar otra vez recomponer ese lazo que los unió y que generó la llegada de Lorenzo.
No obstante, Guillermina se tomó todo con mucha vehemencia y respondió en un medio que no existen posibilidades de reconfigurar el noviazgo con Marcelo. En el tratamiento de esta noticia, de esta negativa rotundo, Lussich lanzó una advertencia más sustanciosa de lo que se cuece entre los ex.
Rodrigo eludió los eufemismos y aseguró que ahora la relación se tornó en una conflictividad manifiesta. "Si de guerra se trata, esta es una guerra que era silenciosa y empieza a tener voz. Se empieza a poner espesa. También decimos sorpresiva, porque Tinelli siempre ha vivido sus separaciones en paz y amor, y si no había paz y amor, no se decía", exclamó.
En cuanto a sus argumentaciones para esta aseveración, el uruguayo enumeró: "Con la separación de Guillermina Valdés aparecieron señales públicas. Ayer ella descartó con contundencia una reconciliación. Puso 'no'. Ahora se hacen el mal públicamente. Ella fue al programa de la competencia, ¿Quién es la máscara?, para molestarlo a él".
Y para argumentar su posición sobre Tinelli y Valdés, su pronóstico, Rodrigo cerró: "Y él llevó a Soledad Aquino, madre de sus hijas mayores, al Canta Conmigo Ahora. Son cruces de favores, pases de facturas. Está todo mal ahí".
