Ser periodista de espectáculos y hablar de la vida de los demás puede tener sus consecuencias y convertirse, en algunos casos, en un oficio de riesgo. Eso fue lo que le pasó a Rodrigo Lussich años atrás, cuando la jugaba de panelista súper picante en uno de sus primeros programas.
Y si bien hoy Lussich sigue generando toda clase de sentimientos al frente de Intrusos, hubo una vez en el que todo estuvo a segundos de irse de las manos. O, más precisamente, a las piñas, cuando un famoso quiso arreglar los tantos con él por lo que había dicho sobre su intimidad.
“¿Te arrepentís de haber dicho o revelado algo en tu rol de periodista que podría haber causado sufrimiento en otros?”, le preguntó Graciela Alfano a Rodrigo en PH Podemos hablar, que este sábado fue conducido por Verónica Lozano porque Andy acaba de ser papá por segunda vez.
“Sí, me arrepiento muchas veces. Creo que para bien y para mal, mi virtud es también mi cruz a veces, soy un tipo muy frontal y juego con la impronta, y con esa impronta se me va la mano quinientas veces, no lo digo de falsa modestia", arrancó, antes de contar su anécdota.
"Cuando Nico Vázquez, hace muchos años, se había separado en ese momento de su primera relación, de Mercedes Funes, yo hablé, y ni siquiera te puedo precisar las palabras que dije, mi lugar era de panelista maldito. Pero después me vio en un estacionamiento y me quiso fajar”, siguió.
“Y de verdad me quería fajar, porque lo había lastimado, seguramente”, insistió. Por suerte todo quedó ahí, porque apareció el bueno de Pallares para calmar las aguas: “Ahí intervino mi compañero del alma, mi socio, mi amigo Adri, que había ido conmigo a ver una obra, y me salvó la situación”.
Rodrigo quedó tan mortificado con lo sucedido con Nico, que contó que años más tarde le pidió disculpas al aire en un programa en el que trabajaba, “sin que el sepa”. “Y después, Nico Vázquez me llamó, lo hablamos, me perdonó, después terminamos inclusive yendo a comer con su mujer, Gimena”, agregó.
"Mi virtud es también mi cruz a veces, soy un tipo muy frontal y se me va la mano quinientas veces, no lo digo de falsa modestia".
“No digo que nos hicimos amigos, pero hemos salido de farra con barra de amigos, y hemos podido sublimar. Soy siempre consciente de lo que digo y cuando hablamos de la vida de los otros, seguramente podemos hacer daño, y pido disculpas por eso si alguien se siente dañado”, cerró el uruguayo, haciendo mea culpa.
