Gran Hermano está en la recta final y el premio mayor está cada vez más cerca. En juego tan solo quedan Marcos, Nacho, Julieta, Romina, Camila y La Tora quienes irán en búsqueda de la casa y los quince millones de pesos que ofrece la producción al ganador de la edición.
Los días en "La casa más famosa del país" comienzan a pesar y se lo puede notar sobre todo en Romina quien continuamente se la puede ver llorando o lamentándose por no poder ver a sus hijas aunque sea un ratito. El ingreso de los familiares sensibilizó a toda la casa y sobre todo a la ex diputada quien creía que sus hijas entrarían por la puerta principal de la casa pero no fue así sino que fue su sobrino quien la entró a apoyar.
Fabián, sobrino de Romi al igual que el resto de los familiares llevó una caja con regalos para los jugadores. Cuando llegó el momento de Romina, su sobrino le obsequió un collage de imágenes de sus hijas para que las pueda tener más cerca y de esa manera no extrañarlas tanto.
Si bien a algunos conmovió, otros fans del programa pusieron el ojo y el oído muy fino por los dichos de Romina quien cuestionó el estado físico de una de sus hijas. Esto conllevó muchas críticas hacia la jugadora quien en las últimas horas salió a aclarar sus palabras con sus compañeros en la mesa del comedor.
"No sé si es la foto pero a Feli (una de sus hijas) se le cae todo. Yo antes de entrar acá le ponía remerita de seis meses, cuando era bebé", comenzó la concursante luego de que la hermana de Marcos le consulte por sus hijas, luego Valentina le consultó "¿Ahora sigue también?" y la respuesta de la ex diputada fue concisa: "Ahora la vi más gordita, pero ella tiene el percentil bajo, no es que lo tiene re bajo, pero es bajo. Por eso tenía que darle si o si leche, la de cajita nutrilon", afirmó la participante.
