A la par de que a La Tora se la ve cada vez mejor, Romina y Julieta vienen golpeadas en Gran Hermano. Romi, porque extraña a sus hijas y Juli, triste por la eliminación de su hermana. Y en la madrugada del domingo, tras despedirse de Camila, las chicas se quedaron charlando en la galería y cuestionaron a la rubia.
Romina y Poggio sospechan de Lucila Villar, la única de las dos que estuvo varias semanas fuera de la casa y que regresó al reality con una nueva estrategia: atenuar su temperamento y mostrar una faceta más tranquila, no enroscarse en peleas y apostar a la concordia.
"Veo actitudes que tiene con la madre y pienso que por ahí es su forma de ser, que es así ella", arrancó Romina, en referencia a una escena de llanto que presenció de parte de Gladys, angustiada por discusiones de convivencia con su hija.
Y la ex diputada señaló, perspicaz, sobre cómo ve ahora la estrategia de la joven de Berazategui: “Es totalmente diferente ahora su juego. Cuando volvió dijo que no iba a hacer ni espontánea ni fulminante. De cierta forma lo fue guiando a Nacho, ´eso sí, eso no´. Le dio cierta ayuda”.
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“No me gusta eso…Lo raro es que la gente no lo vea…”, le contestó Disney, que no sabe que la semana pasada su familia publicó un descargo a raíz de la ola de hate que la participante está recibiendo de los fanáticos de GH que no la quieren.
Y Romi contestó: “No sé cómo se debe ver afuera. La familia dijo que se ve totalmente distinto a lo que es estar acá. Dijo el papá de Nacho que personas que afuera te caen mal, acá adentro te caen bien”.
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