Se miran, se buscan, se entrelazan en juegos muy cómplices. Hace unos días que brotó a la luz esa conexión distinta entre Alan y Rosina en el interior de Gran Hermano, para constituirse en el primer romance incipiente de esta temporada del reality de Telefe.
Por el momento, todo se engloba en una especie de coqueteo, en frases que viajan de un rincón al otro. Empero, la uruguaya se cansó, plantó bandera y decidió aclarar todos los tantos. ¿Qué hizo? Se encerró en la habitación de los hombres con el joven de Chivilcoy.
Ahí, en la intimidad de ese espacio de intimidad, al menos la que se puede lograr en un show que se transmite veinticuatro horas en vivo, la morocha procuró disolver la duda, la incógnita y le preguntó de frente: “Quería saber realmente qué te pasa”. El morocho esquivó: “No me pasa nada ¿Qué me va a pasar? si yo te jodo como jodo a Denisse a todos, ¿a vos qué te pasa?”.
Así se produjo la concepción más fuerte, la valiente postura de Rosina, quien le expresó: “¿A mi? nada, somos amigos. No sé pero todos me dicen que gustas de mí. ¿Gustas de mi?”. Y ante la actitud esquiva de su compañero, la morocha redobló: “Yo a veces siento que gustas de mi pero capaz que estoy loca”.
ROSINA ENCARÓ A ALAN Y LE PREGUNTÓ SI GUSTABA DE ELLA
Alan intentó explicar su punto, con cierta incomodidad, por eso exteriorizó: “Sos linda como todas las chicas que están acá, si son todas lindas. No me gusta nadie. Estamos inventando un drama que no lo hay”. Y volvió a repetir con ahínco: “No pasa nada conmigo, conmigo olvídate porque nunca va a pasar nada”.
Rosina continuó con su discurso cargado de honestidad: “Bueno conmigo tampoco pero yo quería aclararlo…entonces estoy un poco loca”. Así se trenzaron en una pequeña batalla de almohadas y la uruguaya insistió con una percepción muy personal: “Tus ojos hablan por vos, yo no soy boluda”. ¿Hay amor o no?
