Furia y Mauro dieron el consentimiento y tuvieron, finalmente, su esperado momento de intimidad. Si bien las cámaras de la pieza "se apagaron" y pasaron a mostrar otros sectores de la Casa, parece que en la habitación y debajo de las sábanas sucedió de todo. Algo de eso certificaron Rosina y Paloma, que no son escribanas pero se quedaron mirando como si nunca hubieran visto a dos personas "queriéndose" un ratito. Insólita actitud que mereció muchos reproches.
En apenas una semana Mauro concretó lo que Licha insinuó por varios meses. Fue al frente y además de coquetear con Furia la besó y la llevó a la cama. O fueron los dos, porque "La Pelona" también arremetió y fue como el choque de frente de dos locomotoras lanzadas a 500 kilómetros. Hubo explosión, fuego y muchas muchas ganas de pasarla bien.
Fue tanto el desborde de pasiones que "los chicos" parecieron olvidar que alrededor de ellos había otra gente. Virginia, por ejemplo, que descansaba en uno de los costados. O un jugador que dormía plácidamente sin enterarse de nada de lo que pasaba en sus cercanías. Pero había otros como Rosina, Paloma y Martín Ku que se quedaron espiando lo que ocurría entre esas sábanas. En un momento, sin embargo, el Chino se dio cuenta que estaba de más allí y se retiró, lógicamente.
Pero las chicas no depusieron su actitud, sino que la multiplicaron. Porque si bien accedieron al pedido de Virginia de que "no sean pelotudos" y "los dejaran tranquilos" y se fueron de la habitación, no se fueron muy lejos. Se quedaron atrás de la puerta espiando y escuchando con la oreja pegada a la madera para ver si oían algún ruido. Como estaban con muchas ganas de enterarse, hasta llegaron a abrir y fijarse. Increíble pero real.
LA ACTITUD DE ROSINA Y PALOMA MIENTRAS FURIA Y MAURO TENIAN INTIMIDAD QUE GENERO REPROCHES
Rosina no podía parar. Saltaba, corría, iba, venía. Claramente era la más interesada en saber si pasaba algo. Y en un momento agarró a su compa y le dijo "boluda, están cog...". "Noooo, ¿Es verdad?" le preguntó Paloma. "Síiiiiii" le confirmó la uruguaya. Cuando llegó Manzana y les preguntó qué les pasaba y por qué están así, Rosina repitió "boludo, están Furia y Mauro están cogi...".
Las dos coincidían en que "por fin se le dio a Furia" y esperaron pacientemente que "terminaran con lo suyo" para entrar y "felicitarla" por lo que había sucedido, también como si fueran dos adolescentes. Furia se reía y Mauro también se lo tomó bien. La gente, en cambio, fue mucho más crítica y no les perdonó lo que habían hecho con la jugadora más fuerte de la temporada.