Como si se tratara de una competición paralela a la original, o como si fuera un campeonato dentro de otro, quienes siguen los realities de Telefe buscan al mejor cantante, al mejor cocinero o al mejor pastelero y al mismo tiempo encuentran a los participante más acomodados o tramposos de todos. Hay tantos elogios y deseos de triunfo como acusaciones de tongo y denuncias de arreglos y amaños. La nueva víctima es Paula, participante del Bake Off actual a quien emparentaron rápidamente con Samanta Casais, ganadora de la edición anterior pero descalificada cuando se descubrió que había trabajado como pastelera.
Bake Off se presenta como un concurso de reposteros amateurs. Si alguien se ganó alguna vez la vida elaborando y vendiendo tortas, dulces, panificados o facturas no se puede presentar. Está especificado muy claro en el "reglamento del programa", que nadie lo vio pero se nombra como mantra. Samanta lo sufrió en carne propia. Le habían dado el premio y todo, pero tuvo que devolver trofeos y honores cuando las redes la declararon culpable del delito de "flasedad televisiva". Entonces, se nombró campeón a Damián Basile.
Samanta lo pasó horrible. Algún tiempo después de los sucesos -ocurridos en la primera parte de la cuarentena más estricta, al comienzo de la pandemia de coronavirus- dio una nota donde contó que hasta llegó a tener pensamientos suicidas. La sacaron adelante su novio y un riguroso tratamiento psiquiátrico que incluyó medicación en dosis fuertes. Si había que pagar un precio, lo hizo. De repente, en ese mundo volátil y sanguinario que es Twitter su nombre dejó de ser Samanta y pasó a ser "Sachanta".
La nueva víctima es Paula, la participante que había regado su cuenta en esa red social con un sinfín de recetas dulces. Para muchos seguidores del programa (que arrancó aventajando en rating a la fallida Academia de Showmatch de Marcelo Tinelli), ella no debería participar ya que está probado que ha trabajado como pastelera. Incluso, ha sido calificada como "La Nueva Samanta" y hasta se prometió ir hasta las últimas consecuencias para no permitir que avance en el certamen.
Enterada del asunto, Samanta dijo lo suyo y le mandó un fuerte respaldo a la muchacha acusada. "A Paula la compararon conmigo. 'Pobre', dije. Si la empiezan a comparar conmigo la van a destrozar en las redes. Ojalá que sea fuerte y no se enganche con las cosas malas de las redes. Después vi que salió a descargarse y eso está bueno", le dijo a Juan Etchegoyen en sus ya clásicos Mitre Live.
Para que no quedaran dudas acerca de lo que piensa, remarcó que "Está bueno que ella disfrute como todos los chicos sin tener esa carga del hater y las redes sociales. Me pareció bárbaro que hable y que siga la fiesta. Si ella no hizo nada que vaya en contra de las reglas del programa, no tiene que preocuparse ni que dejarse llevar por lo que digan en las redes”.