El hábitat de MasterChef se caracteriza por una fauna variada, una gama variopinta de celebridades, de toda índole, que lucen sonrientes, pero que en el fondo todos compiten por el premio gordo y por agradar a los jurados. Así, los codos filosos existen, aunque los camuflen en una armonía grupal.
Esto quedó de manifiesto el lunes, cuando Barbie Vélez culminó el reemplazo que llevó a cabo de Denise Dumas, que tuvo que ausentarse unos días por el coronavirus. La hija de Nazarena aceptó el reto, se calzó el delantal raudamente y cocinó dignamente.
En su última participación, Germán Martitegui hasta le regaló algunos elogios, por eso Barbie compartió su sorpresa ante esa devolución: “No puede creer que Germán Martitegui me dice que está sabroso”.
Todos los competidores apenas esgrimieron unos aplausos tibios a semejante descripción del jurado más estricto. Eso lo detectó Santiago del Moro que sacó los trapitos al sol e increpó a todos los participantes: “¡Cómo les cuesta aplaudir ahí atrás!”.
En cuanto a los argumentos de su bronca, el conductor especificó la verdadera razón de esa indiferencia de los famosos: “Estos te miran de reojo porque no se bancan a los nuevos que vienen acá”. Picante, muy picante.
Para cerrar, Santiago le prodigó unas palabras muy amorosas a Barbie: “Sos una piba hermosa, pero en todo sentido. Te adaptaste rápido, le pusiste buen humor, sos decidida y tenés una pasión para esto que se ve que te gusta la cocina”.