El Wandagate adquirió otra dimensión, ya no se trata solo de datos filtrados a la prensa o guiños en las redes sociales. Ahora, el combate se trasladó al plano de la televisión, porque los protagonistas de este triángulo amoroso truculento decidieron dar el paso a enfrentar las cámaras.
Tras semanas de silencio, Wanda Nara se sentó con Susana Giménez, en una promocionada entrevista de Telefe, que no satisfizo las expectativas de nadie, ni del público, ni del canal por el rating, ni de los fanáticos. En ese diálogo, la blonda esquivó todas las balas.
Poco y nada. Prácticamente no abordó ninguna de las aristas horrendas de la infidelidad de Mauro Icardi con la China Suárez, ni siquiera se animó a reconocer si hubo sexo o no en esa habitación famosa de un hotel en París. Incluso, defendió a capa y espada a su infiel marido.
Los minutos que exhibió Telefe al aire navegaron más por palazos de Wanda a la China que por la verdadera consecución de los acontecimientos. Nara aprovechó para lanzarle dardos venenosos por doquier, como esa frase en la que asegura que una mujer de sus valores no mandaría mensajes como los que envió Suárez a Icardi.
Lo cierto es que ahora se viene otro round de la pelea. María Eugenia aceptó la propuesta comercial de Star+, la misma plataforma en la que protagonizó Terapia alternativa, para brindar su verdad del escándalo a cambio de 50 mil dólares. Restaba la fecha de lanzamiento y finalmente la propia actriz lo comunicó en sus redes.
Así se filtró la promoción, una especie de adelanto de esa entrevista con Alejandro Fantino, en la que la China emana una frase picante, amenazante y desafiante: "Te invito a que me conozcas sin intermediarios, a que me veas y que me escuches en primera persona".
No son palabras azarosas, se relacionan con todo lo que filtró Wanda a los medios de comunicación para construir un discurso unidireccional, así como la China dice con esos términos que dispone de toda la verdad de la polémica.