Shock, felicidad, euforia, calentura contenida: todas esas emociones fuertes recorrieron el cuerpo e inundaron la mente de Furia cuando vio a Mauro D´Alessio en el jardín de Gran Hermano, el primero de los cinco nuevos participantes que se sumaron al juego la noche del 4 de marzo.
Y al rato de la efusiva y hot bienvenida que le dieron las chicas, Mauro y Furia ya andaban a los besos en los pasillos de la casa, para sorpresa de Rosina, que estaba como loca al grito de “¡se chaparon!”.
“Bueno, che, estamos un poco alzadas. Disculpen”, se había excusado Juliana momentos antes, cuando los ojos se le pusieron redondos al ver al muchachín ex rugbier y amante de la electrónica que apareció en la casa para revolucionarle las hormonas.
“Alto muñeco, trajeron”, celebró la preparadora física, antes de declarar que no le importaba quedarse sin proteínas: “Todos los pibes hechos mierda. Se nos va a comer todos los huevos, pero no nos importa. Flaco, comete todo”.
LA CRISIS DE LLANTO DE ZOE EN GRAN HERMANO
Una que no tomó muy bien la llegada de los flamantes hermanitos a la casa fue Zoe, quien en medio de los ingresos, corrió al baño a llorar y a descargarse junto a Rosina, preocupada por los giros inesperados del juego de ahora en más.
Si bien no le hicieron saber al resto de la casa sus sentimientos de malestar, las chicas se encerraron por unos minutos y se lamentaron lo que estaba pasando. En las imágenes no se escucha lo que dicen pero se entendió que les molestó que fueran tantos los nuevos jugadores.