El pasado jueves, los peores de la semana de MasterChef Celebrity tuvieron tres desafíos que incluían un ingrediente específico: los huevos. La primera de las pruebas fue cocinar el huevo frito perfecto, y lejos de lo que todos pensaban no fue tarea fácil. En su casa y con su hija Donato De Santis recreó el desafío con su hija Francesca (18), y como no podía ser de otra manera, evaluó el resultado final, y no lo hizo del todo solo.
Antes de llegar al huevo propiamente dicho, el chef le enseñó a su hija la forma correcta de clarificar la manteca para freir. "Se va a separar en tres partes: la de arriba que es la espuma que se retira", le explicó a su alumna que muy aplicada seguía cada uno de los pasos.
Una vez la manteca estuvo lista, había que verterla en la manera correcta en el sartén. “Hay que verterlo despacito, hasta que se empieza a ver la parte blanca de abajo que es la otra que no se necesita”, le indicó a su hija.
La lección siguiente fue encontrar la temperatura correcta acercando la mano. Una vez alcanzada la temperatura había que romper el huevo de la forma adecuada para que no se rompa. "La yema se tiene que calentar un poco, si la tapás se pone gris", explicó a su hija que seguía meticulosamente todas y cada una de las indicaciones de su padre.
Con los tips del italiano, el resultado no podía ser otro. "Este es el huevo Masteregg", decretó Donato. Listo para probar el plato final De Santis decidió que no quería juzgar él solo el plato de su hija e invocó a sus compañeros. "Cara de Germán, cara de Damián, cara de Dona", dijo el jurado, imitando las expresiones de los tres jurados del reality al momento de juzgar los platos.
"Está buenísimo: pasás a la gala de los premios con la medalla de no sé qué y todo eso", reveló finalmente Donato, para la alegría y tranquilidad de Francesca.
