Si bien siempre se lo ve alegre y divertido tanto en las redes sociales como en televisión, lo cierto es que para llegar a la popularidad, participar del Cantando y estar al frente de La previa del show, Lizardo Ponce renunció a lo más más importante de su vida: la familia.
Pero, sin dudas, a pesar de trabajar de lo que le gusta y del éxito que alcanzó en el 2020, nada llena el vacío de no tener cerca a sus afectos: ya que de muy joven el periodista dejó la ciudad de Córdoba, donde nació y se crió, para estudiar y probar suerte en Buenos Aires.
En medio de la Pandemia, donde fue poco el tiempo que pudo compartir con sus padres, hermanos y sobrinos, Ponce pudo sentirlo un poquito más cerca cuando invitado a Vino para vos el conductor del ciclo le puso en pantalla algunos videos emotivos de ellos.
Tras escuchar a sus hermanas y, con lágrimas en los ojos, lanzó: “Me da vergüenza, me emociona ver mi casa. Sentir el orgullo de mi familia fue lo más importante que me pasó. No sólo en lo laboral, el haber logrado ciertas cosas que quería y como soy como persona me da tranquilidad de que estoy en un buen camino”.
"Sentir el orgullo de mi familia fue lo más importante que me pasó. No sólo en lo laboral, sino como soy como persona me da tranquilidad de que estoy en un buen camino”. lanzó el periodista.
Luego llegó el turno del video de su mamá junto a sus sobrinos y fue cuando Lizardo se quebró: “Me mata ver a mi sobrino, que es mi ahijado. Él tiene autismo, me cuesta estar a la distancia y no poder estar acompañándolo, seguir los pasos. Cada vez que voy está más grande y mejorando en un montón de aspectos”.
Emocionado, el ex participante del Cantando le comentó a Tomás Dente que “me cuesta mucho estar lejos, principalmente de él que es lo más importante que tenemos en la familia. No hay nada que me haga más feliz que saber que todos están contentos y que valió la pena porque se que en su momento les costó mucho el dejarme ir”.
"Les costo y me ayudaron, me pagaban el alquiler y me daban plata para vivir bien. Mi papá me dio fuerzas para poder ser quien soy en todo sentido”, recordó Ponce.
Por último su padre le dijo estar orgulloso por sus logros y esfuerzo y Lizardo cerró: “Les costó no solo lo afectivo sino que lo económico. Me ayudaron bastante, me pagaban el alquiler y me daban plata para vivir bien. Mi papá me dio fuerzas para poder ser quien soy en todo sentido”.
