Sebastián Wainraich (45) celebra el estreno de Casi feliz, la serie de Netflix que él creo y que protagoniza junto a la bella Natalie Pérez. El programa, que ya cosecha muy buenas críticas, pone en evidencia su talento.
Fresco, ocurrente y gracioso, Wainraich es un tipo respetado en el ambiente artístico y forma parte de esa generación de actores que el público ama. En una entrevista se reconoció guionista, comediante y conductor de radio.
“Sé que soy lo que nombraste”, le dijo al periodista de Gente. “Lo que no significa que sea bueno en todo eso, o en algo de todo eso”, agregó después haciendo honor al bajo perfil con el que se maneja.
Con una larga trayectoria en los medios, Wainraich pudo cumplir el sueño que lo acompañaba desde chico. “De verdad, yo soñaba vivir de esto”, reconoció el hombre que logró conquistar un lugar en la radio y la tevé.
Sin embargo, aunque su nombre está asociado al entretenimiento, él lleva consigo un dolor profundo. “La muerte de mi hermano del medio, Diego, por una enfermedad, cuando sumaba 25 años y yo 19. Ese dolor deja muy chiquito al resto. Cualquier obstáculo posterior fue un motor para avanzar”, explicó.
Pero no es la primera vez que se refiere a aquella tristeza, porque él ya se había enfrentado a ella en público, cuando estrenó la obra teatral Frágil, en la que hablaba de aquella pérdida.
De visita en Morfi, todos a la mesa, le dijo a su conductor, Gerardo Rozín: “El dolor de mi vida es la muerte de mi hermano hace muchos años. Había una necesidad terapéutica y una necesidad artística de hacerlo, porque dije quiero ver cómo se llevan la comedia y el drama. Y me parecía que era el lugar más profundo del drama y ver cómo podía salir de ahí para hacer comedia y creo que lo logro”, admitió.
