Nació en Madrid, España, y en 2011 decidió volar a Argentina. Rápidamente, Sheila González (34) logró meterse en el corazón de los argentinos desde Un mundo perfecto, el programa que conducía Roberto Pettinato por América. Su tonada, su inteligencia, su simpatía y ese cuerpo contorneado y piernas interminables hicieron que los televidentes murieran de amor por ella.
“Hace 8 años vine a Argentina por un amor. Luego me fui 4 años a Chile por otro amor, y hace unos meses decidí volver a Buenos Aires. La gente me dice que estoy loca por querer vivir en Argentina en este momento, pero yo sigo lo que me dice el corazón. Santiago de Chile ofrece una gran calidad de vida, pero Buenos Aires tiene una vida social y cultural mucho más enriquecedora”, cuenta en el principio Sheila González.
–De un país a otro, detrás de un amor, ¿sos una persona que necesita estar todo el tiempo acompañada?
–Soy muy enamoradiza, es verdad. No necesito estar acompañada, necesito estar enamorada.
–Ahora estás en pareja.
–Sí, me casé hace dos meses y medio con Eduardo, que es un porteño. Nos casamos en España en una boda medieval increíble y luego en Argentina por civil. Ahora estoy casada y soy caballera templaria, ¿qué te parece?
–¿Esa orden existe?
–Sí, en España sí. La ceremonia nuestra se hizo mediante un rito templario. El maestro de ceremonias es un caballero templario de Galicia, de la Orden de la Rosacruz de Alejandría. Antes de casarnos, él le ofreció a mi novio nombrarlo caballero templario. Y como la orden no entiende de machismo y feminismo, pedí que me nombraran también. Entre mis obligaciones está defender a los más débiles y peregrinar a Santiago de Compostela antes de 2021.
–¿Hubo algún motivo por el que te alejaste de argentina?
–No, sólo que me fui a Chile y estuve enfocada en otros proyectos, como Masterchef, y un stand up, entre otras cosas. De todos modos siempre estuve al tanto de lo que pasaba en Argentina, porque es un país que quiero mucho.
–¿Volviste con proyectos laborales?
–Estoy con mi unipersonal de stand up, que se llama ¡Qué hija de… ¡la madre patria!, que se estrena en el Maipo Kabaret el 5 de octubre. Me acompañará Grego Rossello, que es un fenómeno.
–Estuviste en Incorrectas y levantaste la temperatura de la pantalla con tu presencia.
–Estuve en el programa de Moria como vayaina invitada. Yo creo que es Moria la que levanta toda la temperatura y toda la pantalla. Lo de mis piernas no lo sé, pues sí, son bonitas… me causa risa cuando dicen “altas gambas”. Yo estoy feliz con mi cuerpo.
–El año pasado defendiste a Roberto Pettinato, con quien trabajaste en Un mundo perfecto, en 2011, ¿eso te trajo consecuencias?
–No me trajo consecuencias. El tema es que yo no lo defendí, simplemente me preguntaron y dije que yo no había tenido ningún tipo de problema con él.
–En tu Instagram decís que no te gusta hablar del término empoderada, ¿no te gusta la palabra o el significado?
–Es bonito el significado de empoderada, pero yo prefiero usar el término poderosa.
–¿Qué opinás del feminismo, del Colectivo de Actrices?
–He ido a varias marchas feministas. A la del 20N en Nueva York, a la del 8M en Buenos Aires… Soy feminista y tengo algunas amigas que pertenecen al Colectivo de Actrices Argentinas.
