11 días antes de su muerte, de ese mediodía fatal del 25 de noviembre en el que sufrió un paro cariorespiratorio que no pudo superar, Diego Maradona transitaba los primeros días de su "internación domiciliaria" sin un médico clínico que controlara su estado o pudiera intervenir ante posibles complicaciones. La irregular situación quedó al descubierto al divulgarse un chat familiar donde Dalma Maradona prácticamente rogaba por la aparición de un doctor en la tristemente famosa casa del barrio San Andrés.
Quien puso al aire el chat de la familia fue Rodrigo Lussich en Intrusos. Lo primero que llamó la atención fue el nombre del grupo: "Parte médico Olivos". En la clínica con ese nombre, Maradona fue operado de un hematoma subdural en una cirugía que también arrojó sorpresas posteriores: se supo que no la llevó adelante el doctor Leopoldo Luque, médico y amigo de Maradona, sino un equipo de "4 cracks de la neurocirugía" convocados especialmente para la ocasión.
Al menos en la ocasión mostrada, quienes participan del chat son Dalma, Gianinna y Diego Jr, tres de los hijos de Diego, y la psiquiatra Agustina Cosachov, quien aparece como una especie de coordinadora. En un principio, Dalma informa que el padre "vomitó después de comer camarones con ajo y brócoli" y que cuando quisieron mandar una ambulancia prefirió no recibir a nadie.
"Lo que tendríamos que nombrar es un médico clínico que actúe como médico de cabecera. O que Luque haga las veces de. Pero necesitamos hacerlo" suplica Dalma, a lo que la licenciada Cosachov le responde que para ella, esa es una decisión que le corresponde a la familia. Gianinna promete "ponerse a investigar", Diego Junior hace alguna pregunta relativamente menor, y después Dalma informa que se volvió a poner en contacto con la casa: Diego veía videos con "Maxi" (estaría casado con la hermana del abogado Matías Morla) y su sobrino "Johny" y estaba "un poco mejor". No había médicos con ellos.
Tampoco los hubo en los 10 días siguientes. Enfermeros, asistentes terapéuticos, un psicólogo, una psiquiatra, sí, pero médicos no. El miércoles 25 de noviembre, cerca del mediodía, la reanimación de Diego la intentaron un enfermero y un custodio.