La modelo Silvina Luna (39) pasa sus días de aislamiento social, preventivo y obligatorio dispuesto por el gobierno Nacional, en su departamento. Allí, en un acogedor ambiente ubicado en la coqueta zona de Puerto Madero, la rosarina disfruta de un balcón con una gran vista al Río de la Plata.
En su casa, decorada con calidez, resaltan los libros de yoga, meditación y mindfulness, las imágenes de Buda y los cuadros. Un sillón blanco le da marco a un living en el que la mesa ratona es gran protagonista. Una mesa redonda y una gran televisión completan el living.
En la habitación, la luz tenue capta la atención. En la casa de Luna no hay sobrecarga de objetos, como si eso interrumpiera la tranquilidad que ella busca, tan alejado de lo que ocurrió en sus comienzos en el medio, cuando participó de Gran Hermano, reality show que la convirtió en una persona famosa.
La cocina es un pilar fundamental en la casa de la modelo. ¿Por qué? Porque desde hace unos años es vegetariana y desde hace un tiempo profundizó aún más su decisión cuando orientó su alimentación hacia la rama ayurvédica. Una moderna cocina se alza en el departamento. Muebles negros y artefactos eléctricos plateados forman un cálido espacio en el que da placer cocinar. Una isla al tono se alza en el centro, donde Silvina crea los más exóticos platos de la India.
Por indicación médica está confinada desde una semana antes de que el presidente la Nación, Alberto Fernández, decretara la cuarentena. "Estoy inmunosuprimida porque tomo corticoides y tengo una insuficiencia renal crónica", dijo en Los Angeles de la mañana en relación a la medicación que toma tras la intervención quirúrgica realizada por Aníbal Lotocki, con quien mantiene un juicio por mala praxis.
Por eso, unos vecinos colaboran con ella. "Tengo una parejita acá al lado que aprovecho cuando va a la verdulería y me traen cosas”, finalizó.
MIRA EN ESTAS FOTOS OTROS RINCONES DE LA CASA DE SILVINA LUNA.
