"Sí, estoy sola, claro", dijo Gisela Bernal, aunque también dio a entender que con su marido Eros Medaglia están en una pausa, en un "momento sin título", una zona gris de la relación en la que puede pasar de todo, tanto de un lado, como de otro. Pero, todavía, nada es definitivo.
Por lo pronto, Gisela hace un mes que está instalada en Villa Carlos Paz, donde brilla en Stravaganza, luego de años de vivir en Europa, donde quedó el futbolista. De nuevo en el ruedo del baile y llena de propuestas, ella disfruta de este gran momento profesional con mucha libertad.
"El punto que hoy nos distancia es que él tiene sus proyectos allá, en Europa, y yo acá. Y yo no soy egoísta. No le puedo decir 'dejá todo y vení'. Además, yo tengo proyección con Stravaganza, más allá de hacer temporada", dijo Bernal a Intrusos.
Y mientras Medaglia está en Italia y ella en Córdoba, a la bailarina la vieron muy cerca y casi rozando el beso con un misterioso muchacho tomando sol junto a una pileta, imágenes que podrían leerse como "mimosas" dieron lugar a todo tipo de conjeturas sobre su presente amoroso.
¿Qué dijo ella? Que es un amigo que conoce de toda la vida, que nada que ver, que “están suponiendo algo que no es”. “El de mis fotos es un amigo de años que vino por su laburo. Obviamente nos encontramos y todo bien, pero no pasó nada”, aseguró en el programa de América.
Pero, pero, pero… ¿qué le pasaría a ella si viera a Eros Medaglia en una secuencia de fotos similar a la suya? ¿Cómo reaccionaría al verlo “mimoso” con otra mujer? Eso fue lo que le preguntó Maite Peñoñori y ella le contestó, contundente.
"No puedo decir nada. Distinto es que te moleste o no te moleste. Eso es algo que no podés manejar”, admitió la rubia, consciente de que las emociones son incontrolables.