En la tarde del viernes 8 de enero del corriente año, Soledad Silveyra comenzó con algunos síntomas de descompensación que encendieron todas las alarmas por un posible accidente cerebrovascular que más tarde los médicos lograron confirmar mediante diversos estudios.
Una vez trasladada al Sanatorio Otamendi, el equipo de trabajo observó que la actriz tenía una carótida obstruida y decidieron realizarle un cateterismo.
No obstante, bajo los intensivos cuidados del equipo médico, Solita salió adelante y logró obtener el alta sin ninguna secuela en su organismo, aunque eso sí, con una fuerte advertencia y un reto por parte de los doctores: la obligaron a dejar de fumar.
Apenas a una semana de haber regresado a su hogar, Paparazzi fue en busca de la reconocida presentadora de televisión para conocer cómo se sentía físicamente y además, cómo estaba su ánimo tras este fuerte susto: “Estoy bien, de verdad estoy bien, pero lo que tengo que hacer es dejar de fumar, tomar agua, salir a caminar y no hacerme mala sangre. Disfrutar la vida, disfrutar lo que gracias a Dios he podido ser, porque la vida no es tener, la vida es ser”.
Además, Soledad Silveyra admitió que “estos golpes sirven” para aprender y corregir errores: “Son como una rectificación, dejar de fumar es todo una tarea. Pues la haré”. Sin embargo, siempre queriendo cuidar su figura, bromeó con que al abandonar el hábito del cigarrillo, es probable que suba de peso: “Dejar me cuesta igual, seguramente voy a engordar, estoy rodeada de todos los polvitos mágicos ja ja”.
Asimismo, la actriz admitió que uno de sus mayores errores fue volver a fumar y se hizo cargo de su decisión: “Ya voy por una semana que salí del sanatorio y estoy sin fumar desde ahí”.
"Mujeres de ElTrece me hizo mala sangre, pero también me dio alegrías. El primer temblor lo tuve entrando al estudio"
Pero intentando conocer las causantes que provocaron este accidente, Solita dejó entrever que el fracaso que significó el programa Mujeres de ElTrece pudo haber influído en su estrés y así, en su ACV: “Me hizo mala sangre, pero también me dio alegrías. El primer temblor lo tuve entrando al estudio, pero un fracaso te da hermandad también, te junta más con la gente”.
Por otra parte, Silveyra remarcó el profesionalismo y la solidaridad de Marcelo Tinelli, quien se hizo cargo de gastos “extras”: “Marcelo se portó extraordinariamente bien, pagó hasta el último peso cuando de golpe se podría haber jugado a no pagar octubre que no lo laburamos, porque el programa fue levantado antes. Estoy muy profundamente agradecida a LaFlia”.
Y haciendo meaculpa y reflexionando sobre lo que dejó aquel ciclo, la conductora admitió que no tuvo el enfoque que buscaban: “Obvio que ese programa fue un fracaso, pero está lleno de éxitos y de fracasos y lo importante es la perseverancia, tratar de hacer las cosas lo mejor que uno puede, después la vida te premia”.
IMÁGENES: CARLOS GONZÁLEZ