Luego de vivir casi un año entero puertas adentro, a fines de 2020 Juan Minujín inauguró su nueva y preciosa casa de campo, un paraíso para los amantes del estilo rústico, lleno de detalles deco para tener en cuenta ¡y copiar!
Es que la originalidad que le puso Minujín a su refugio del ruido de la Ciudad de Buenos Aires habla de un alma lúdica que necesita que los ambientes que habita acompañen el ritmo veloz de sus bríos creativos.
Si empezamos por lo básico, la estructura que le da vida y cuerpo a la construcción, lo primero que se destaca es el uso de la madera, que está en pisos, paredes, techos, muebles y hasta la pileta, el deck y el quincho, que invita a las reuniones al aire libre, llenas de amigos y familia.
Además de tener una galería ideal para recibir a sus invitados con cosas ricas, la cocina abierta cuenta con estantes y mesada bien de bar, también de madera, con taburetes rústicos.
La diversidad y el juego en la decoración sigue en el living comedor, que el actor decidió iluminar con lámparas de distintos formatos. Ventanales gigantes que dan al parque verde y pisos calcáreos de distintos colores completan la onda relajada de la casa, que también tiene un patio interno.
Y si bien es papá de dos hijas, Amanda y Carmela, Juan tiene alma de niño. Quizás por eso, a la hora de idear la casa de sus sueños, decidió que para unir la planta baja con el primer piso, lo ideal era contar con un práctico y divertido tobogán al lado de la escalera.
Al llegar a la habitación que está en lo alto, un piano frente a un enorme ventanal abierto coronan el espacio creativo del actor, que durante la cuarentena arrancó con un nuevo proyecto que nada tiene que ver con lo actoral: un emprendimiento de mapas para pintar llamado Atlantis.
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