Guillermo Andino tiene un profundo deseo: volver a ser padre. A los 53 años, el conductor de Es por ahí, en las mañanas de América, quiere volver a traer un hijo al mundo junto a su esposa, Carolina Prat. El periodista y la ex modelo, quienes están juntos hace 21 años y tienen tres herederos, dos de ellos adolescentes, sueñan con agrandar la familia. El principal deseo parte del conductor.
Fue en su propio programa, a minutos de entrevista a Roberto García Moritán, flamante padre hace una semana, donde Andino se sinceró sobre una idea que arrastra hace tiempo: traer al mundo otra criatura. Papá de Sofía, de 20, Victoria, de 14 y Ramón, el más chiquito, de 5, quiere apostar otra vez a la paternidad. Y fue Soledad Fandiño, su compañera de conducción, quien se lo recordó.
“Guille, vos dijiste hace poco que quería volver a tener un hijo”, le recordó Fandiño al aire antes de presentar un video viral, de un nene riendo, a carcajadas, con su mamá. Y, sin dudarlo, al instante, Andino- con un poco más de cinco décadas y ya con dos hijas adolescentes- respondió: “Si, me gustaría”.
ANDINO PAPA
Para el conductor, su familia, aquella que cosechó y que sembró a lo largo de los años, es su pilar más importante, incluso habiendo pasado por una experiencia fallida, en una playa nudista. Y más allá de la importancia y lugar que tiene el trabajo, en su vida “En las charlas con Caro compartimos que lo que nos da adrenalina siempre son nuestros hijos…”, se sinceró, tiempo atrás, en Noticias.
“Sofi tiene 20, Vicky 14 y Ramón 5. Ramón tiene todo el camino por delante para disfrutarlo como nene, Sofi ya es una mujercita, y Vicky, con sus 14, es el manual de la adolescente. La adrenalina es eso, criar tres hijos que amamos locamente y que después de 21 años de estar juntos construimos la producción más importante de nuestras vidas”, destacó Guillermo que, con su esposo, supieron atravesar la dolorosa pérdida de un bebé, años atrás.
“La felicidad del día es la cena de los 5. Creo que nuestros hijos nos van a recordar por el tiempo que pasamos juntos y la calidad de ese tiempo. A pesar del trabajo y los compromisos, el tiempo para mis hijos prevalece siempre. Creo que la dedicación y el tiempo que uno les dedica a ellos es la mejor inversión. Por eso cuando llega la noche y comemos juntos, es lo máximo”, definió Andino, poco antes de perder a su cuñada, hermana de su esposa, por una dura enfermedad.