El presente dista del ideal para Marcelo Tinelli. Probablemente el conductor más famoso de la televisión transite por su periodo más aciago en lo profesional, con un ShowMatch que deambula por mediciones exiguas y sobre todo por los llamativos cambios constantes que le ejecuta la gerencia de eltrece.
El animador no le encuentra la vuelta, ha padecido el movimiento a una franja horaria extraña y encima cada noche recibe más tarde el aire, lo que lo empujó a que su ciclo presente una extensión corta. Los rumores sobrevuelan a la productora La Flia, como la búsqueda de un nuevo formato y hasta la posibilidad de dar de baja el ciclo.
En todo ese contexto, Marcelo también navega por una tirantez con su mujer Guillermina Valdés, una situación que incluso se puede divisar en la pantalla chica, a partir de diversos encontronazos que protagonizaron en La Academia. La modelo le ha plantado resistencia a varios pedidos al aire.
Esa falta de fluidez parece que se trasladó al plano íntimo de la pareja. ¿Por qué? Este fin de semana, Tinelli viajó a Ushuaia para disfrutar de unos días de nieve en el cerro Castor, pero lo llamativo se centra en que fue con sus hijos y sin Guillermina.
Incluso, Valdés también armó las valijas para desconectarse un rato, pero eligió un destino opuesto, no solo por lo climático, sino por la distancia. La blonda surcó las rutas para hospedarse en las Cataratas del Iguazú con sus hijos.
Tanto Marcelo como Guillermina llenaron de contenidos sus redes sociales, se exhibieron sonrientes, contentos y disfrutando de las beldades de esas escapadas turísticas. Claro que la incógnita se centra en el origen de esta decisión de viajar separados. Algunas fuentes aseguran que tomaron esta determinación para darse un poco de aire y reflexionar cada uno por su lado.