Una de las rupturas icónicas de la historia de la farándula argentina es, sin dudas, la de Susana Giménez y Huberto Roviralta, el hombre que terminó con la nariz estallada por el cenicero que le arrojó la diva en un ataque de ira, al encontrarlo lo más campante en su casa de Barrio Parque, estando ya separados, en febrero de 1998.
Roviralta había resultado ser un “vividor” de pies a cabeza, y Susana pagó caro el final de ese matrimonio. Y, salvando las diferencias, en medio de la escandalosa separación de Pampita de Roberto García Moritán, las comparaciones no tardaron en surgir. Incluso la propia Su no pudo evitar recordar a su ex al enterarse de los polémicos pormenores.
Así lo dijo la diva, en su vuelta al país, cuando los noteros le preguntaron sobre la ruptura entre Pampita y Moritán, novelón que tiene al país en vilo y sigue dando material. “Nunca me sorprenden las separaciones”, lanzó la rubia, luego de dejar en claro que le encantaría tener a Pampa en su ciclo porque “todo lo que es coyuntural” le “gusta”.
Y cuando uno de los cronistas le mencionó a Roviralta, Susana estalló de risa y, sincera, señaló: “Yo también lo comparé”. “¿Qué te hizo recordar?”, le consultaron. “Que no ponía un mango”. “¿La ves a Pampita tirando ceniceros por el aire?”, quisieron saber. “¡No, chicos, no! Por favor”, respondió, dando el tema por cerrado.
LA "VENGANZA" QUE SUSANA GIMÉNEZ PLANEA CONTRA PAMPITA
Al ser interceptada en el Aeropuerto Jorge Newbery tras pasar unos días en Chile, Pampita dijo su verdad y aseguró que no está en sus planes sentarse ni en el living de Susana Giménez ni dar declaraciones en ningún otro programa. Tras estas palabras, la conductora deslizó la “venganza” que planea su producción.
“Sí, claro que quería tener a Pampita en mi living y hubo negociaciones, pero no se habrá arreglado porque no está”, explicó la estrella de Telefe al notero de A la tarde. Sin embargo, luego advirtió que su segunda opción sería entrevistar a su ex: “También me gustaría tener a Moritán”.
