En un revelador testimonio que brindó cuando se anuncia con bombos y platillos el regreso de Gran Hermano, Tamara Paganini contó las penurias, las angustias y las calamidades que vivió al salir de "La casa más famosa del país". Por primera vez, entre otras cosas, habló detalladamente de su intento de suicidio.
"La India, como se la conoció en su momento de mayor exposición mediática, brindó un extenso y profundo reportaje al sitio Eldiarioar.com en el que recordó todo lo que sufrió tras participar de la primera edición "del juego", del que se llevó 39.000 dólares por lograr el subcampeonato.
"Lo que se vivía era una locura. Pero una locura en serio. Yo no podía salir a la calle sin que al rato tuviera 100 o 200 personas alrededor. Me pasó una vez que un productor me llevó a un bar, me hizo sentar en el fondo y al rato había un montón de gente en la puerta. A veces eran agresivos. Me gritaban, me tiraban cosas. Si no hacía lo que me pedían me insultaban, me amenazaban con denunciarme, me tiraban hielos, me escupían, me gritaban "puta". Era un infierno" relató Tamara, que ahora tiene 47 años.
"Yo acepté participar en un juego pero no entregarles la vida. Y cuando salimos de la Casa me encerraron en un hotel y me decían que tenía arregladas presentaciones, campañas, presencias en boliches. ¡Y yo no había firmado nada! Se habían adueñado de mi vida, que había pasado a ser una porquería". Con el tiempo, Tamara les hizo juicio a Telefe y a la productora Endemol: luego de 13 años de batalla judicial no hubo sentencia, sino un acuerdo por el que recibió una especie de "indemnización" o "resarcimiento" económico.
"Yo no conseguía trabajo y la plata del realitie en un momento se terminó. La situación empezó a ser cada vez más brava. No podía salir a la calle, no tenía un mango, nadie me ayudaba. Era un caos todo. A mi hermano lo cagaron a palos y estuvo internado sólo por ser mi hermano", recordó.Para descomprimir la situación se radicó en Carlos Paz, pero la paz que había encontrado se terminó cuando un "trencito de la alegría" supo que allí vivía ella, empezó a pasar por su casa como "parada turística" y corrió la voz por toda la ciudad.
Otra vez en Buenos Aires, sin laburo, sin dinero y sin horizontes, esa combinación de factores casi termina en tragedia. Un día agarró el auto decidida a terminar todo. “Yo salí de mi casa para suicidarme ese día. Decidida a tirarme abajo del tren. Yo sé qué se siente, sé cuál es el punto exacto en el que ves venir el tren”. Así lo explicó: la salvó una persona que pasaba por ahí ocasionalmente y cuando se dio cuenta lo que iba a hacer la agarró de la ropa y la tiró para atrás.
