Desde su abrupta irrupción en los medios, a fines del año pasado, cuando tomó por sorpresa a todo el país con su denuncia pública en contra de Juan Darthés, a quien acusó de violación durante una gira de Patito feopor Nicaragua, su nombre ha tomado relevancia y se ha posicionado como una destacada referente que lucha de manera activa por los derechos de la mujer. Siempre acompañada por el pañuelo verde, Thelma Fardin (26) volvió a cobrar relevancia en el ambiente artístico, y tan pronto como se popularizó su testimonio, cautivó miles y miles de seguidores en las redes sociales. Desde entonces, la actriz… ¡no se calla!
Y, por el contrario, recientemente presentó su primer libro, El arte de no callar. “La palabra sigue siendo nuestra forma de lucha. Tejer redes y hacer de la experiencia personal testimonio político. Todavía hay muchísimo por decir, y no nos vamos a callar, porque nos da el cuerpo y resiste el alma”, escribía la ex Patito feoen su cuenta de Instagram, en referencia a su reciente publicación, y continuó: “Tengo el honor de que me acompañen en esa salida al mundo de mis letras. Es un comienzo y, a la vez, el epílogo de un grito. Con prólogos que me llenan de orgullo. Hablar como herramienta de transformación, transformar las vivencias en lucha colectiva. Porque aunque haya quienes elijan usar la palabra para ejercer violencia, la libertad de expresión siempre será el camino. Gracias por sus oídos abiertos, por su empatía, por sus abrazos infinitos cuando nos encontramos en la calle. Por compartirme sus historias. Gracias por sus ojos y sus conciencias, que eligieron ver y creer”.
Después de la denuncia contra el actor refugiado en Brasil, y de lanzar su libro, en los últimos días la activista feminista volvió a ser noticia. Esta vez desde otro lugar. Thelma subió a su red social una foto posando desnuda junto a un mensaje que cita: “Soy mujer y un entrañable calor me abriga cuando el mundo me golpea. Es el calor de las otras mujeres. De aquellas que hicieron de la vida este rincón sensible, luchador, de piel suave y corazón guerrero”. Sin dudas, indirecta o directamente, el mensaje iba dirigido a la lucha que lleva adelante y al apoyo que recibió de sus pares e integrantes del Colectivo de Actrices Argentinas. Mensaje que no tardó en recibir tanto likes como críticas entre sus seguidores, donde algunos la felicitaron y otros vieron mal el hecho de acusar a alguien de violación o acoso y exhibirse sin ropa.
Más que palabras. En el texto autobiográfico editado recientemente, y fiel a su estilo de mujer luchadora, Fardin hace la presentación de este expresando que “nos enseñaron que para ser buena víctima hay que callarlo o morir; la posibilidad de vivir con eso, de vivir a pesar del hecho, no está dentro del espectro esperado. Nos vendieron la vergüenza y la culpa. Que salgamos de ese esquema les molesta. Incomoda que podamos corrernos de ese lugar y seguir adelante. Por supuesto que te cambia la vida, pero es posible hacer de ese dolor tu propia fortaleza. No nos perdonan haber sobrevivido”.
Sin dudas, Thelma se muestra y expresa como el ave fénix, una muchacha fuerte que resurgió de su dolor y elige expresarlo desde la lucha, el libro, las redes sociales, las charlas que da… ¡y ahora desde la expresión corporal!, mediante un posteo en Instagram donde se exhibe con su cuerpo tal como Dios la trajo al mundo. Sin ropa, sin pudor, sin complejos. Y así, a su manera, mientras espera que se haga justicia a su favor en la causa que inició contra Juan Darthés, la actriz, a su manera, se sigue haciendo camino al andar. Hay marcas que se llevan en la piel o, en este caso, en el alma.
Thelma Fardin y el poder de la palabra
Thelma Fardín habló sobre su autobiografía