Gran Hermano es una mezcla de sensaciones para sus participantes, pasar de ser unos completos desconocidos a enamorarse perdidamente uno de otros, ocurrió de la noche a la mañana. El último romance en hacerse presente en el reality fue el de Thiago y Daniela.
A pesar de que comenzaron siendo amigos, así lo dejaron en claro desde el día uno, fueron conociéndose cada vez mejor y terminaron por convertirse en novios. La alegría para los jóvenes no duró demasiado, ya que un par de días después se separaron.
Ante tanta incertidumbre sobre lo que eran luego de ese breve y apasionado romance, Thiago contó en realidad lo que siente por Celis. Señaló que la quiere mucho, pero que tampoco se enganchó tanto como para decirle te amo: "Enamorado es una palabra fuerte. Me gusta pero no sé… enamorado no".
Cuando recién empezaban a salir, Daniela confesó: "Me siento una niña de 15 años. Tengo miedo de que él me lastime, yo estoy más enganchada que él. No lo quiero asustar, no sé cómo tratarlo, me adapto a lo que es él y dejo de ser yo. No sé en lo que me estoy metiendo y tengo un miedo".
Una vez separados, Medina explicó los motivos de dicha decisión: "No me puedo tirar un pedo porque está ahí en mi cama. No puedo eructar porque me dice 'no pierdas el encanto'. Dejame ser, piba. Me pudre pero no me dan ganas de decirle nada porque no quiero que después se ponga mal o que me diga que yo solo tengo calentura, supuestamente".
Y continuó: "No quiero hablar con nadie. Seguro me va a querer llamar para hablar la otra y no estoy con humor. Quiere que esté todo el día atrás de ella, la verdad es que me da por los huev… Quiere que esté todo el día con ella y yo no soy así".
"Ella me preguntó si era amoroso y le dije que no tanto. Le dije que quería estar un toque solo. Yo le empecé a decir las cosas que me molestaban y ella me dijo 'bueno, es mejor que termine acá antes de que me enganche más", expresó Thiago Medina.
