Dentro del ciclo Los Mammones, su conductor, Jey Mammon, suele recibir en su amplio sillón a increíbles personalidades del mundo del espectáculo como así también del ambiente de la música y del deporte.
Diversos actores, cantantes, artistas, mediáticos y periodistas se acercaron al estudio de América para hablar sobre sus inicios en sus carreras laborales y también, de la mano del presentador, abrieron la puerta de su intimidad para revelar detalles y anécdotas nunca antes contadas.
En la noche del martes, Tití Fernández decidió mantener un divertido y emotivo ida y vuelta con Jey en donde contó sus experiencias en las distintas canchas alrededor del mundo, sus charlas privadas con Diego Maradona y el dolor que aún conserva tras haber perdido a su hija María Soledad.
Aunque reveló que la sensación de vacío no se va, el periodista deportivo explicó que siente presente a su hija presente en todos los aspectos de su vida y que la reconoce porque ella se manifiesta mediante las mariposas: “Nora, mi esposa, tiene aros y prendedores de mariposas, yo tengo un llavero para el auto. Cuando se posa una mariposa sabemos que ‘ahí está’. Son señales”.
Además, a la hora de recordar a su hija, contó una historia que vivió hace poco que lo hizo entender que ella aún está presente: “A Sole la siento presente siempre. El otro día fuimos a Mendoza que cumplió un año mi nieta, aparecimos de sorpresa. Paramos en un hotel y justo era el hotel en donde conocí al Indio Solari después de su muerte, porque ella lo amaba a él, era una enferma de su música”.
Asimismo, Tití reveló que tras la trágica partida de Sole, Nora decidió hacer “un pequeño tributo” de todas las cosas que le gustaban a su hija, por lo optaron por ir a ver un recital del Indio y fue el político Aníbal Fernández quien les consiguió las entradas y los presentó con el artista, en ese preciso establecimiento.
Por otra parte, recordó el día en que se enteró de la terrible noticia y cómo fue aquel impacto: “La gente te dice ‘me imagino’, pero no se pueden imaginar nada. Me despedí de ella en San Pablo, en el estadio, me dio un beso y me dijo ‘chau pa, hasta mañana’. Y al otro día cuando voy a desayunar me cuentan”.
“Viene el cámara que yo tenía, lo vi nervioso, le pregunté qué le pasaba y empezó a hablarme dudando. Le dije ‘no me pelotudees que soy un tipo grande, qué pasó’, y me dice ‘tu hija, se murió’… Se me terminó el mundo. Fue una mierda. Una vez que estuvimos acá tuvimos que plantearnos qué hacíamos. Si seguíamos… o qué”, concluyó quebrado.