Marcelo Tinelli vivió un 2021 convulsionado, repleto de ilusiones, de las expectativas de su retorno a la pantalla chica, de mucha producción para construir un formato diferente y también las vicisitudes de unas mediciones magras, muy llamativas para su habitual arraigo con el público.
Tras meses arduos, en los que surfeó por contratiempos, como los innumerables cambios de horarios, así como las salidas de algunos famosos y las chispas que surgieron al aire con su mujer Guillermina Valdés, armó las valijas y cruzó el charco.
El animador más famoso de la televisión argentina juntó a su familia, cargó los bolsos con ropa de verano y se instaló en su exclusiva chacra en Punta del Este, esa propiedad maravillosa ubicada en la Boyita, que dispone de un tamaño sideral de cinco hectáreas.
Esa propiedad descomunal, Marcelo la adquirió hace 21 años y que se encargó de diseñar desde cero, según cuenta con la ayuda del empresario Alan Faena. Tal grado de fastuosidad que se estima que su valor asciende a más de 9 millones de dólares.
El casco principal se encuentra en un punto estratégico de todo el terreno kilométrico y desde el cual hay que caminar 350 metros para acceder a la playa, que es semiprivada. Sí, existen tan pocos accesos públicos a la arena que prácticamente esa porción del océano es para la familia Tinelli.
La inspiración de la casona se relaciona con los ranchos californianos, por su estilo, su forma en L y su construcción íntegramente en madera, con una elevación del piso y la galería que circunda prácticamente todos los laterales. Además, todo está perfectamente rodeado de un césped precioso, siempre listo, presto y cuidado por los caseros.
Una de las atracciones de semejante propiedad se centra en la piscina, un rincón que Marcelo exhibió en sus redes sociales en los últimos días con un juego con uno de sus perros. La pileta posee un tamaño perfecto, así como un deck interminable en el que se emplazan decenas de reposeras.
En cuanto a las comodidades del casco principal se destaca la disponibilidad de siete dormitorios, gimnasio, nueve baños, un living sumamente espacioso y que se conecta con el exterior. Además, Guanahuani (el nombre de la chacra) posee una cancha reglamentaria de fútbol, sí, con el tamaño oficial de FIFA. Y también un par de hoyos de golf para entretenerse.
Como era de esperar, Tinelli no quiso mostrar el interior de su quintita. Pero está por demás claro que vive como un rey junto a su familia, cada verano, a un paso de José Ignacio, a donde le gusta ir a comer.
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