Zapatero a tus zapatos. Nunca más acertada la frase, aunque esta historia, la que vamos a contar acá, tenga algún giro que no se corresponda con el tono de comedia que puede representar ese juego de palabras.
En las últimas semanas, se supo que Guillermina Valdés perdió su invicto empresarial y tras una larga serie de éxitos tuvo que cerrar su marca de calzado, una de las más afamadas entre el universo femenino top. Ahora se conocieron los motivos.
En realidad, lo que hicieron la ex modelo y sus colaboradores más cercanos fue un profundo estudio de mercado. Analizaron, estudiaron, midieron, preguntaron, dijeron y escucharon. La conclusión fue determinante.
Está claro que el mercado de consumo está en crisis después de 14 meses agobiado por una pandemia que puso al mundo entero patas para arriba. Pero dentro de la sequía algunos productos tienen más salida que otros. Los hábitos de compra cambiaron -como la vida- y la gente busca productos que va a usar más antes que los que utilizará cada tanto.
Entonces, las cremas, los polvos y las lociones dedicadas al cuidado corporal los utilizará más -bastante más- que los zapatos de alta gama, obligados a descansar en botineros, mesitas de luz o vestidores ahora que no prácticamente no hay celebraciones ni eventos sociales.
Por eso, Valdés y sus socios decidieron ponerle punto final a su aventura con el calzado (Marcelo Tinelli siempre colaboraba con la promoción de los "tamangos", muy elogiados por muchas famosas) pero dedicarse ciento por ciento a su línea de cosméticos, Guiv, a la que relanzó con singular éxito.
