Ustedes saben qué escuchan sus hijos, o sus nietos, cuando los ven conectados a cables, auriculares, celulares, tablets, compus o demás aparatos por el estilo? ¿Tienen idea de lo que entra por sus oídos y llega a sus cabecitas cada vez que se encierran en ese mundo plagado de tecnologías y términos novedosos? Pues aquí intentaremos simplificarles la tarea. En primer lugar, nada de complicaciones. Aunque los estilos son diversos y se pueden llamar trap, rap, freestyle o demás, a todos los llamaremos “artistas” pues esa es la definición que mejor les cae.
La onda es más o menos parecida: improvisan rimas en las que hablan, lógicamente, de los temas que ocupan y preocupan a los jóvenes. La falta de laburo, la escasez de oportunidades, el amor, lo que cuesta hacerse un lugarcito en una sociedad dominada por gente mayor y el futuro, tan incierto hoy como hace 500 años. Vayamos, pues, a conocer a los “artistas jóvenes” que están dominando la escena de la música.
El 1
Imposible no arrancar con Paulo Londra. Empujado por las redes sociales, que prácticamente globalizaron la vida entera, el cordobés trascendió los límites de la Argentina y es furor hasta en otras latitudes. Grabó con grupos colombianos muy importantes, como Piso 21, y dio un salto extraordinario al estrellato al ser convocado por Ed Sheeran, nada más ni nada menos. Sus formas romanticonas gustan a hombres y mujeres por igual. ¡Crack!
Wos es un talento que, al igual que Paulito Londra, parece no tener techo en su disparado crecimiento de popularidad y creaciones. A fines de 2018 se consagró campeón mundial de la Batalla de los Gallos, en un evento donde lo alentó una multitud enfervorizada. Se llama Valentín Oliva, le arrebató el título en una final inolvidable al mexicano Aczino (se pronuncia “Acezino”) y va camino a convertirse en un ídolo de muchedumbres. Para muestra basta un botón: su Insta suma 3,1 millones de seguidores.
A bailar
Del Duki, tercero en nuestro escalafón, hasta se han escrito notas del tipo “40 cosas que no sabías de él”. Es porteño, se llama Mauro Ezequiel Lombardo, tiene tatuajes por todo el cuerpo (incluyendo la cara, la nuca y los nudillos), es canceriano –cumple años el 24 de junio– y en alguna competencia que los enfrentó se dio el gusto de ganarle a Paulo Londra. ¡Casi nada! Creció escuchando a Luis Miguel, no le gusta Sebastián Yatra y muere por Pamela Anderson. Hace poco protagonizó una encarnizada pelea con el youtuber Yao Cabrera y es tan polémico como puteador. Para muchos es el rey del trap.
Aparece la primera mujer, que ya fue nota en Paparazzi hace una semana. La jujeña Cazzu la rompe toda como solista y hasta compartió escenario con Jimena Barón, en un recital recordado por todos los que lo vieron. Le dicen “La Jefa” y es una voz respetada y aplaudida en proporciones similares. Bien por ella.
De acá en adelante llegará el turno de los nuevos exponentes de estos géneros, figuras que se están ganando el lugar paso a paso, o tema a tema. Lit Killah es uno de los más rápidos en el arte de improvisar y escala casilleros a velocidad supersónica. A los 19 años, Mauro Román Monzón, tal su verdadero nombre, ya acapara la atención.
Al palo
Nadie lo conoce como Ivo Alfredo Thomas Serue, pero como Khea, su nombre artístico, ya tiene 1.817.161 suscriptores en su canal de YouTube. Pavada de carrera de 2017 hasta ahora. La otra mujer del grupo de elegidos es Nicki Nicole, que con sólo 18 añitos les está pasando el trapo a muchos. Desde abril de 2019, cuando lanzó el sencillo “Wapo Traketero”, su fama no ha parado de crecer. Uno que les pone los puntos a todos es Cro, un rapero neuquino que venía creciendo a pasos agigantados hasta que lo denunciaron por violencia de género.
Como “Ysy A” o como “Alejo” –se lo llama de las dos formas– este “freestyler” necesitó un solo álbum para ganarse la simpatía de miles y miles de pibes. Lo mismo pasó con Bhavi, un trapero que nació en Bélgica pero se radicó en la Argentina en un recorrido tan curioso como su aventura musical. FMK nació en Necochea y hoy es escuchado en los cuatro puntos cardinales del país. Como todos los demás, este pibe criado a metros de la playa provocó la oleada renovadora en el ambiente musical.