Nico Vázquez y Gimena Accardi están de vacaciones en Miami: ocupaban un departamento en el edificio que se derrumbó en la madrugada de hoy, una noticia que sacudió a los Estados Unidos y a buena parte del mundo entero. Tras algunas horas de confusión, dudas y temores por la suerte de la pareja, la incertidumbre se resolvió como todos queríamos y esperábamos. Aunque con algunas heridas, de menor consideración por cierto, los dos están a salvo.
Nico y Gime estaban a punto de subirse al ascensor del edificio -tras dejar el auto en el garaje del edificio- cuando la construcción colapsó y se vino abajo. Rápidamente buscaron escapar del desastre y finalmente lo lograron, aunque no pudieron evitar terminar con algunos golpes, un par de magulladuras y un susto enorme que no se olvidarán en el resto de su vida.
Aún estremecidos por el acontecimiento del que fueron testigos y en parte protagonistas, con la sensación de haber salvado su vida de milagro, y sin saber qué será de las pertenencias que tenían en el departamento, tanto él como ella utilizaron sus teléfonos celulares para escribir que estaban bien, dentro del dantesco cuadro que tenían delante de sus ojos.
"Gracias a Dios nosotros estamos bien, gracias a todos por la preocupación", escribió él. Ella, por su parte, movió sus dedos como pudo para teclear "nosotros estamos bien, gracias por preocuparse". Por el momento, hay un muerto confirmado y tres argentinos desaparecidos, según informó cancillería. Se trata de un cirujano plastico, su pareja y una menor de edad.
"Eran alrededor de las dos de la mañana. Y sí, se puede hablar de un milagro porque volvían de cenar y de haber sido de otro modo las consecuencias podrían haber sido mucho peores. Tuvieron suerte" alcanzó a decir alguien que estuvo cerca de los dos en ese momento.
Cuando estaban por tomar el ascensor, luego de comer con Martín Bossi y de dejar el vehículo en el estacionamiento, escucharon un ruido que les pareció raro, por eso no subieron. Lo que siguió fue tremendo. Las estructuras temblaron y ellos alcanzaron a escaparse, pero no pudieron sortear todos los escombros que empezaban a caer: Gimena terminó con un chichón en la cabeza. Frente a la tragedia que tenían enfrente, nada.
"Ellos se salvaron solo porque Dios es grande. Si hubieran subido al ascensor, nadie sabe qué podría haber pasado. En estos momentos estoy conmocionado, pero por suerte ellos están con vida. Aquí hay escombros por todos lados y se teme que haya más muertos debajo de las ruinas", expresó un muchacho llamado Rodrigo y quien se presentó como propietario del departamento que ocuparon Nico y Gimena y, lógicamente, quien les alquiló la propiedad.