Invitada a Los Mamones, la prestigiosa actriz no solo recorrió su carrera sino que también se prestó a recordar su gran historia de amor con Fito Páez, aquella que comenzó inesperadamente en el verano de 1991 en Punta del Este cuando ella estaba recientemente casada.
A 30 años de aquella relación que duró una década, Cecilia Roth guarda los mejores recuerdos del periodo compartido con el músico, a quien le valió de musa inspiradora para varias de sus canciones y quien además de ser su compañero fue el padre de su hijo Martín, a quien adoptaron en 1992.
Y fue Jey Mammon que le pidió a la actriz que cuente cómo fue la fiesta de disfraces que hizo en Uruguay a fin de ver a Páez. “Estaba con quien luego sería mi marido en un restó y lo vi salir de la cocina muy intenso. Ya lo había visto en una entrevista con Jorge Guinzburg y me había encantado cómo había hablado de Fabi Cantilo. Estaban separados y me pareció buena persona”.
“A mi me pasó algo, no sé qué. El estaba con su pelo largo, una zapatilla de cada color… . Me interesaba. Después lo vi en un cumpleaños donde el anfitrión anunció que con Gonzalo nos íbamos a casar, y estaba Fito y nos quedamos hablando un rato largo”, continuó Roth.
Finalmente, ese año Cecilia se casó con el empresario Gonzalo Gil, de quien se separó 9 meses después mientras comenzaba su relación con el cantante rosarino. A poco de esa boda, con su esposo alquilaron una casa para veranear en José Ignacio.
“Gonzalo había vuelto a Buenos Aires para trabajar e hice una fiesta de disfraces en casa. El se disfrazó de Fito Páez. Nos quedamos charlando, me pidió una copa de vino… y me gustó. ¡Un quilombo porque estaba recontra casada! Era algo que pasa cuando te enamorás. Es complejo, pero sentí que quería estar con esa persona”, reconoció.
"Un quilombo porque estaba recontra casada. Era algo que pasa cuando te enamorás. Es complejo, pero sentí que quería estar con esa persona", reconoció Roth.
La fiesta terminó, pero a la mañana siguiente Fito llamó a su casa y le cantó el bolero “Algo contigo”. La invitó al cine, se olvidó algo en su auto… y así empezó la relación que finalizó en buenos términos en 2002. “Fui con una amiga y se había olvidado el walkman en mi cartera. Escuché y sonó Tumba de la Gloria y otros demos”, concluyó Cecilia.