Lo conoce como nadie, estuvo al cuidado de su salud durante décadas. Alfredo Cahe ofició de médico personal de Diego Maradona por añares, con su pericia atravesó tormentas como aquella época de internación en Cuba contra las adicciones.
Por eso, el profesional se erige en una voz autorizada para opinar respeto al tratamiento del astro en las últimas semanas, a los movimientos que se realizaron en lo relacionado con la salud del ídolo y el mentado traslado a la casa de Benavídez.
Sin pelos en la lengua, Cahe entregó concepciones muy fuertes en un diálogo con Radio Rivadavia. “Maradona no estaba en condiciones de alta y tampoco estaba profundamente chequeado”, exteriorizó. Lejos de aminorar su marcha, Alfredó lanzó la explosiva frase: “Hubo negligencia, imprudencia e impericia”.
"Maradona no estaba en condiciones de alta y tampoco estaba profundamente chequeado. Hubo negligencia, imprudencia e impericia”, exclamó Cahe.
El médico puso el foco en lo que aconteció en la clínica Olivos y la controversial decisión de firmar el alta de Diego. En referencia a ese episodio, Cahe opinó: “Necesitaba un control constante y continuo. En la Clínica Olivos no lo vi con un monitoreo total y tampoco lo vi cuidado con un plan de enfermería constante y continuo”.
En consonancia con la percepción de Alfredo, en los últimos días uno de los investigadores de la fiscalía entregó datos en una charla con Télam. “Tras los primeros cinco días de investigación, por lo que vemos la conducta era absolutamente negligente. Era una internación domiciliaria totalmente deficiente. Era un descontrol total y absoluto”, sostuvo.
"En la Clínica Olivos no lo vi con un monitoreo total y tampoco lo vi cuidado con un plan de enfermería constante y continuo", espetó el médico.
Esa misma fuente brindó indicios de lo que podría suceder en la causa, dado que aseveró: “Se está intentando determinar si hubo una mala praxis, una negligencia o impericia médica que podría configurar un homicidio culposo”.
