Ya no hay vuelta atrás para Mónica Farro, que definitivamente le puso punto final a su matrimonio con Leandro Herrera, tras un intento de recomposición que se produjo hace unos meses.
La vedette había contado en su momento que la pandemia incidió negativamente en el vínculo y que por eso habían tomado la opción de que él se mudará a otro hogar e incluso iniciaron los trámites de divorcio. Aunque tras unas semanas, el amor fue más fuerte y se reencontraron.
Esas idas y vueltas parece que llegaron a su límite. Al menos a partir de la información vertida en Nostoros a la mañana. En el ciclo de eltrece, Carlos Monti explicó: “.Una vez que había iniciado los trámites de divorcio, pidió frenar todo para intentar reflotar la pareja. El plan era que él fuera los fines de semana y que se acomodaran a esa nueva realidad”.
Hasta que el periodista encendió la bomba al corroborar que la ruptura se transformó en una realidad irrevocable: “Finalmente, la cosa no funcionó, y la cuestión es que el viernes pasado, vecinos de donde vive Mónica Farro en el barrio de Belgrano, vieron salir de la casa a Leandro Herrera con sus pertenencias: un televisor y un sillón”.
El conductor del programa, el Pollo Álvarez, indagó en el detalle de la mudanza: “¿Cómo hizo para llevarse todo eso?”. A lo que el panelista le aclaró: “Había alguien que estaba esperándolo abajo, y tampoco era un sofá de varios cuerpos”.
Para completar el panorama, Airel Wolman agregó más pormenores: “El tema es que no pudieron superar una crisis, porque ella había tenido una lesión, un problema en el pie, y él no la ayudaba demasiado”.