Nunca se vio a Vicky Xipolitakis (33) tan angustiada. Con la voz quebrada y los ojos llenos de lágrimas, La Griega conversó con Susana Giménez y reveló detalles íntimos de su separación de Javier Naselli, el banquero con el que se casó y tuvo a su hijo, Salvador Uriel (7 meses).
Después de haber formalizado la denuncia contra su marido en la Unidad de Violencia de Género, donde declaró por más de tres horas, la mediática decidió romper el silencio en el living de la diva de los teléfonos. “Me parece rarísimo estar acá con vestido de fiesta y el corazón de luto”, abrió Vicky.
“Empecé el divorcio, quiero que salga. Para mí se terminó. Estoy pasando por el peor momento de mi vida. Yo estoy viviendo una desilusión. Siempre busqué una familia, me quedé porque pensé que iba a mejorar”, admitió.
“Esto empezó ya en el principio. Me dijo que iba a cambiar, es muy impulsivo, muy agresivo, siempre fui denigrada. Se pone muy intenso en las peleas. Muchas las dejé pasar, pero ya no puedo pensar más egoístamente porque tengo un hijo. Pasaron muchas cosas, fue violento con mi bebé y conmigo en ocasiones innecesarias. Estaba sometida”, relató muy angustiada.
DIJO VICKY: "EL NUNCA FUE MI COMPAÑERO. SIEMPRE FUE UNA AGRESION CONSTANTE. LE MOLESTA TODO. YO, EL BEBE, ABSOLUTAMENTE TODO. SE PONE NERVIOSO".
“Pensé que lo podía cambiar, pero no puedo. Es así su forma de ser, no toma alcohol. Le molesta todo: yo, el bebé, absolutamente todo. Se pone nervioso. Estaba embarazada y me fui con Marley a Grecia, le pedí que me pasara el número del médico por las dudas y ya me empezó a insultar. Nunca fue mi compañero, siempre fue una agresión constante”, continuó.
“Después, me pedía disculpas y yo pensaba que iba a mejorar. Una vez, le pedí que me tuviera al bebé cinco minutos. Me dijo: ‘no puedo, estoy apurado’ y tiró el bebé en la cuna. Ahí me tendría que haber ido. Primero, fue una agresión psicológica y después fue física. Nunca cuidó a nuestro bebé. Muchas veces dije: ‘basta’. Lo llamé mil veces a Fernando Burlando. Esta vez, lo llamé y me fui directo para su casa”, agregó. “Sufrí golpes, me pegaba con la mano abierta. Fui una sometida pensando que podía recuperar la familia. Nunca quiso a mi hijo”, finalizó.