Ni los Chalchaleros, sinónimos inequívocos de la cultura salteña, generaron semejante revuelo: en su regreso a su provincia después de "enamorar al país" y ganar Gran Hermano gracias a "sus valores" y a su personalidad calma, serena, tranquila y bonachona, Marcos provocó desbordes y caos tanto en el aeropuerto como en las calles principales de la capital local.
Marcos se fue de Salta como uno de los 18 aspirantes a la corona de GH y retornó como el campeón más votado de la historia (lo eligieron más de 5 millones de personas) y como el que más diferencia le sacó a quien quedó segundo: obtuvo casi el 71 por ciento de los sufragfios contra un 29 de Nacho que quedó muy tímido frente a semejantes guarismos de adhesión.
El aeropuerto de Salta Capital se fue poblando de gente poco después de que se confirmó que Marcos pudo subirse al avión para efectuar el recorrido: al llegar al aeropuerto Metropolitano Jorge Newbery no encontraba su Documento Nacional de Identidad (DNI). Por más que lo buscó en los bolsillos de su indumentaria y en todos los bolsos que llevaba, no hubo caso. ¿Qué lo salvó? La app "Mi Argentina".
Cuando bajó del avión lo esperaba un enjambre de fanáticos. En el círculo cercano al futuro abogado se lamentaron de que el clima no acompañó: la amenaza de lluvia con pronóstico de tormenta, dijeron, alejó a muchos de los que pensaban ir. Pero muchos concurrieron igual y se lanzaron a las calles para celebrar la demoledora consagración de su muchacho.
UNA MUCHEDUMBRE RECIBIO AL CAMPEON DE GRAN HERMANO MARCOS EN SALTA
"Pocas veces vimos algo así, una cantidad de gente semejante. Puede ser cuando vienen a jugar Boca y River, pero tampoco. Lo que ha logrado este muchacho es único e histórico", aseguró un funcionario del aeropuerto General Marín Miguel de Güemes, puerta de entrada a la capital de "La Linda". No sólo había gente: también se escuchaban ruidos. La gente -sobre todo las muchachas- le gritaban cuánto lo querían.
Como pudo logró salir de la estación aérea y allí arrancó con una caravana que lo llevó a distintos puntos estratégicos de la ciudad, como la catedral y un reconocido shopping. Otro dato curioso fue la existencia de merchandaising del "Primo". Los vendedores se hicieron el día, algo que no viene nada mal en los días de vacas flacas y malaria que corren.