Viviana Canosa es una de las periodistas más filosas de la TV argentina. La conductora “Nada Personal” se ha sabido ganar el respeto con entrevistas políticas de alto impacto. Sin embargo, en los últimos días no la pasó nada bien después de algunos mensajes que le envió el presidente Alberto Fernández con críticas hacia su programa.
“Me pareció un poco fuerte y me sentí muy incómoda. Cuando me desperté al otro día me temblaban las piernas, yo vivo con mi papá y con mi hija y la verdad que no se los quería decir”, comenzó diciendo Viviana en diálogo con Por si las moscas.
“Mi papá se enteró por la tele, llamé a un amigo de la política para ver cómo tomarme este mensaje y estuve todo el día con un nudo en la garganta. Me dio una sugerencia y después a la noche le escribí varios mensajes al Presidente, los borré, pero después le escribí uno en el que le dije que cuando quiera nos tomábamos un café porque engancharme con eso no tenía sentido. No soy víctima de nada ni de nadie y voy a seguir diciendo lo que pienso y lo que siento”, continuó.
La conductora manifestó lo mal que la pasó: “Eso me hizo ruido en el cuerpo, más allá de lo psicológico. Me quedé paralizada, estaba en la cama, la miré a Martina que estaba dormida, se me empezaron a dormir las piernas, empecé a sentir palpitaciones, ataques de pánico. Me angustie y en ese momento dije 'me voy a la mierda, dejo la radio, la tele, todo. Mi vida vale mucho más'. Pero durante el transcurso del día pensé: 'Esto me lo gané, laburo de esto, laburo dignamente'”
Luego contó que pudo hablar con el presidente: “pude hablar con él, en un tono muy seco obviamente. Seguramente más adelante hablaremos, tal vez en alguna entrevista. A mí me pareció intimidatorio, porque mi teléfono no es público”.
“Él me dijo: 'Te lo digo porque te quiero mucho, se te va a volver en contra lo que estás diciendo'”, contó Canosa.
Y agregó: “Fueron varias cosas así, pensé que era el momento de dejar la televisión. Pero pude aclararlo con él y con gente de la política, lo que pasa es que no puedo trabajar presionada, sino no lo hago. Si tengo que laburar para decir lo que quieren que diga, no soy negocio”.