Parece que pasaron años, pero sólo unos meses atrás, a mediados de octubre, Wanda Nara revolucionó la tranquilidad de un sábado con un feroz mensaje en sus redes: “Otra familia que te cargaste por zorra”.
Con esa placa negra en las historias de Wanda arrancó el Wandagate, un culebrón de infidelidades, celos y engaños protagonizado por la China Suárez, Mauro Icardi y por ella, por supuesto.
Y mientras en todos los portales, medios y grupos de WhatsApp se hablaba de lo mismo, un día la rubia se sentó con Susana Giménez en París a dar su versión de los hechos, con Mauro al lado, en una entrevista que dio que hablar.
Es que la “charla de amigas” dejó mucho que desear para los que pagaron por verla entera, la nota no rindió como la producción esperaba y muchos cuestionaron a Wan por elegir a Su, tan condescendiente, tan poco comprometida e informada en el tema, dejándola en un lugar cómodo.
Y ahora, de visita en Buenos Aires, la hermana de Zaira se despachó con sinceridad sobre esa nota. En diálogo con LAM desde el Shopping Abasto, donde las fans la recibieron en su local de cosméticos como una rock star, la rubia aseguró que el meeting parisino con Su había sido planeado mucho antes del estallido del escándalo.
“Yo conté cómo fueron las cosas, lo que estaba pautado desde hace tiempo era el viaje de la producción”, aseguró, y explicó: “Me parecía muy hipócrita hacer un especial y que me vean en un parque de diversiones, sin ser clara sobre la situación que se veía en la redes y lo que contaban en los programas”.
“Después me iba a sentir más relajada, más transparente”, indicó Wanda, que aseguró que la idea del ida y vuelta con la diva fue suya: “Había un contrato desde antes y yo propuse que hicieran una nota”.
Y cuando Yanina Latorre le comentó que para ella “era mucho más cómodo darle una nota a Susana, que es más light y no te iba a preguntar nada escabroso, y no a Ángel…”, Wanda calibró unos segundos, y estalló en risas.
“No… ¡El problema con Susana es que me pagaron una fortuna! Tengo muchos hijos que mantener…”, disparó, divertida. Y luego, dirigiéndose a De Brito, dijo: “No tengo problema sentarme a tomar mates con Ángel. Te lo debo, vamos a tomar unos mates”.
Finalmente, sobre cómo se trató su crisis matrimonial, Wanda respondió tajante: “No hay nada más para hablar. Ya se habló todo: desde las cosas que eran reales, hasta las que no. Me cuesta caretearla. Algunas cosas estuvieron exageradas, pero en definitiva ya pasó”.
