Aunque la trajo a la Argentina su línea de cosméticos, Wanda Nara "no pudo maquillar" que la relación con su papá, el también mediático Andrés, no registró ninguna mejora en los últimos tiempos y que la situación no le resulta grata ni sencilla. Más bien todo lo contrario: le duele, le molesta y la tiene a mal traer.
Wanda mantenía un muy buen vínculo con su papá hasta que dos hechos los distanciaron. En primer lugar, la separación después de más de 20 años de matrimonio de Andrés y Nora Colósimo, la mamá de las hermanas más famosas del país y por quien ella pareció tomar partido. Más tarde, su propia ruptura con Maxi López y el inicio de su relación con Mauro Icardi.
Andrés siempre tuvo preferencia por su ex yerno y nunca ocultó que con Mauro no terminó jamás de congeniar ni de aceptarlo. Poco a poco, la comunicación padre-hija se fue resquebrajando hasta llegar al actual estadío: hace años que no se dirigen la palabra ni cruzan un saludo. "A veces le mandé mensajes para un cumpleaños o para las fiestas de fin de año, pero no me contestan y me cansé", llegó a decir él hace poco.
Las diferentes apariciones mediáticas de Andrés -cuando en el momento de explosión de Wanda y Zaira era un padre "de absoluto y estricto perfil bajo"- tampoco fueron del agrado de las jóvenes, mucho menos cuando el hombre empezó a mostrar su vida íntima y lo que se veía eran explosivas relaciones con muchachas bastante menores que él y con las que no descartaba "darles un hermanito" a ellas.
Si bien con Zaira logró acercar posiciones y fueron recomponiendo el diálogo, con Wanda no hubo chances. La distancia también "hace lo suyo" y de momento no hay nada que parezca capaz de promover un acercamiento. Wanda está otra vez en nuestro país y entre sus "1.000 ocupaciones", pues siempre acusa tener la agenda tan desbordada que no le queda tiempo para nada, no figura ni al final de la lista ir a ver o tomar un café con el padre. Así de contundente.
Entrevistada por Socios del espectáculo, el programa de la dupla Lussich-Pallares en el 13, Wanda habló como pocas veces del tema y acaso por primera vez llegó a sensibilizarse por la ausencia del papá en un momento tan importante para ella. "No, las cosas no mejoraron... Nada.... Pasa que hay hay cosas muy personales que son difíciles de explicar así, en un reportaje.... y Sí, obvio que duele, duele mucho", manifestó la rubia con un tono zigzagueante y entrecortado mientras en el resto de los temas se la vio segura, firme e imperturbable. Hasta cuando habló de la China Suárez.
