Como si se tratara del argumento de una de esas películas que invaden las pantallas en estas épocas de espíritus navideños y festivos, Wanda Nara logró un "final feliz" para la relación de sus hijos con la Argentina. Apenas llegaron al país, hace menos de 20 días, los chicos de la ex vedette habían manifestado su deseo de volver a Europa y manifestaron una serie de críticas al país. Y ahora no se quieren ir. ¡Dale Netflix, la tenés servida!
En un reportaje que concedió junto a su marido, Mauro Icardi, que después de "la que se mandó" con la China Suárez ahora le dice todo que sí y se muestra 110 por ciento sonriente junto a ella, la rubia contó que toda la familia disfruta mucho cuando puede escaparse del vejo continente y cruzar el Atlántico rumbo a Buenos Aires, Rosario o cualquier destino ubicado de este lado del mundo.
"Nosotros somos totalmente argentinos, y cada vez que podemos venir lo hacemos. Si tenemos 10 días nos venimos y disfrutamos mucho. Aparte, todo nos parece poco. Incluso en el invierno, cuando allá les dan 1 mes de vacaciones, venimos y cuando llega el momento de irse te cuento. Las costumbres son las de acá, las tenemos muy arraigadas", dijo la rubia.
"Nosotros somos ciento por ciento argentinos. Los chicos son medio europeos, pero a los 3 días no se quieren ir. Acá la pasan bárbaro. Tienen cosas que allá no. La familia, las facturas, el mate, el calor, la pileta".
A su lado, Icardi asintió y agregó que "cuando tenemos la chance, nos escapamos". Fue entonces que Wanda tomó la palabra nuevamente y aseguró que "nosotros somos completamente argentinos. Los que son medio europeos son los chicos. Lo que pasa con ellos es que cuando vienen tienen algunos reclamos, pero a los tres días de estar acá ya no se quieren ir. Se sienten perfectamente acomodados a la Argentina".
"No es muy difícil -agregó Wanda- allá en Europa no tienen las cosas que tienen acá. Que se las lleva la tía, que viene la abuela y los lleva a un lugar, que van a jugar con los primos, que salen, que viene Zaira y les hace un chocolate con facturas, o les preara mate para tomar, el calor, la pileta, los juegos, acá tienen todo eso que allá es mucho más difícil. Entonces les encanta". Eso resumió la rubia. Es decir, las pequeñas cosas de todos los días.
Cuando Wanda llegó a la Argentina vino sin Icardi pero con sus 5 hijos. En una serie de grabaciones que fue subiendo a sus redes sociales, el que inició la seguidilla de quejas fue Valentino, su hijo mayor, quien en un perfecto inglés pidió "volver a Italia" porque allí "está mi casa". Sus hermanos se acoplaron reclamando primero por las altas temperaturas, luego por la cantidad de gente que los saludaba, y por último del acoso periodístico. Pero ya está todo superado.